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Cuarenta imágenes pertenecientes al estudio Courret (fundado en Lima en 1863), una serie de fotografías que el suizo Werner Bischof hizo en Cusco antes de su fatídica muerte e instantáneas de Roberto Huarcaya, Herman Schwarz y otros fotógrafos contemporáneos se observan en la exposición “Imágenes fragmentadas”, que se presenta hasta el 25 de enero en la Galería ICPNA de San Miguel.

El historiador Roger Cáceres, quien se encargó de seleccionar 100 fotografías de toda la colección que tiene la institución cultural desde el año 2000 (donaciones, retrospectivas y salones de fotografía), señala que la exhibición tiene el objetivo de mostrar al público el desarrollo de la fotografía peruana en cuanto a técnica y concepto.

“El público va a apreciar el desarrollo de la fotografía desde los retratos teatrales que encontrará en el archivo Courret hasta la nueva manifestación postfotográfica, donde no interesa la imagen representada, sino el concepto mismo de la captura de imagen”, sostiene Cáceres, quien destaca el contenido simbólico que tiene la fotografía en determinado momento histórico.

“En el archivo Courret la gente podrá ver lo que fuimos: los expresidentes, héroes, los estragos de la Guerra con Chile. Este registro inédito que no lo ves con la pintura ni la música es importante”, indica Roger.

TEcNOLOGÍA. Cáceres afirma que el curador sostiene que la fotografía, desde su creación, ha estado ligada al desarrollo tecnológico.

“Esto va a continuar, no hay un antes ni un después. Siempre hubo un desarrollo paralelo, ahora estamos en lo digital. Por ejemplo: el filme se inventó a finales del siglo XIX, antes se tomaba fotos sobre placas de vidrio, luego se creó el cine, lo que permitió que las cámaras se hagan más compactas, que no se hagan fotos en estudio sino en exteriores, hizo que gente común y silvestre tuviera una cámara en el bolsillo. Siempre van a haber nuevos campos, horizontes. Eso se puede apreciar en el último ganador del Salón de Fotografía del ICPNA, que se premió a un error de escaneo”, indica.

DEBATE. En junio de 2014 el fotógrafo Samuel Chambi resultó ganador del Salón de Fotografía de ese año y la crítica fue muy dura con él debido a que el jurado del ICPNA, integrado por Alejandro Castellote, Juan Mulder y Carlo Trivelli, premió una serie de tres fotografías que no representaban ninguna imagen, sino colores enteros y a rayas.

“Por un lado sí me sorprendió. Este premio me hizo recordar cuando hace 100 años se hacían recortes de fotografía, se volvían a hacer las tomas y se creaba una nueva muestra, un escenario inventado. Todo lo que se hace en fotografía ahora ya se hizo hace 100 años. Me parece inteligente que se quiera resaltar el proceso más que el resultado”, enfatiza y destaca dos aspectos de aquel polémico premio: “Las fotos también pueden ser un campo de abstracción y el jurado premió el proceso”.

“Él toma la foto de una habitación de una calle, la revela con los medios tradicionales, luego escanea la foto, pero el escáner toma una dirección contraria a la tradicional, este desperfecto originó un campo de colores. Ahí se premió el proceso”, finaliza.

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