“Aunque es motivo de orgullo, en Perú consumimos poco chocolate fino, eso lo lleva a mirar a mercados foráneos. ¿Qué se está haciendo al respecto?”, comenta Vanessa Rolfini de @rutasgolosas
“Aunque es motivo de orgullo, en Perú consumimos poco chocolate fino, eso lo lleva a mirar a mercados foráneos. ¿Qué se está haciendo al respecto?”, comenta Vanessa Rolfini de @rutasgolosas

Una cosa es el cacao y otra el chocolate. Se les confunde porque uno de ellos no existiría sin el otro. Pero no apuntan completamente a los mismos mercados internacionales, porque una cosa es vender materia prima, donde Perú lleva la ventaja de ofrecer habas finas muy apreciadas y escasas en esas plazas, y otra colocar chocolates.

Competimos con otras marcas que tienen más tradición, consumidores habituados a su sabor y forman parte de estructuras de mercado organizadas y estables. Posiblemente, ahí es donde se inserta uno de los mayores desafíos de la producción de chocolatería artesanal, que dentro de Perú tropieza con posibilidades limitadas, porque el consumo nacional apenas supera los 700 gramos anual per cápita, cifra que incluye también los de factura industrial, de taza y para repostería

Pero el chocolate fino nacional no se rinde, busca con afán espacios en los paladares dentro y fuera de nuestras fronteras. Necesita encontrar más consumidores para crecer y cubrir sus costos, porque actualmente no pagan sus cuentas exclusivamente elaborando tabletas o productos para cobertura, también maquilan para terceros, hacen repostería, entre otras prácticas.

DE COREA DEL SUR A FRANCIA

En este contexto, dos escenarios para la promoción abren camino. Por una parte, la próxima edición del Salón del Cacao y el Chocolate Peruano que llega a su décima segunda edición, ya anunciaron que será un híbrido entre las modalidades presencial y virtual, a realizarse entre julio y septiembre. Para el cacao ya arrancaron las negociaciones, pero el chocolate necesita más esfuerzo, entonces, se volverán a hacer catas, se realizará la sexta competencia nacional del chocolate, el país invitado (aún sin confirmar) es Corea del Sur, porque los territorios asiáticos son un mercado en franco crecimiento.

El otro espacio apunta hacia Francia específicamente, donde catorce marcas peruanas que en su mayoría trabajan con cacaotales propios, participan en el primer concurso internacional de chocolate de origen, organizado por la Agencia para la Valorización de Productos Agrícolas – AVPA-, que ha anunciado que están catando muestras de 26 países productores.

En este caso, las etiquetas blanquirrojas compiten en relativa igualdad de condiciones, porque la mayoría de los contrincantes están en plena optimización del conocimiento técnico, sensorial y de mercado. A diferencia de países no productores pero que cuentan con mayor tradición en elaboración de chocolates como los europeos y Estados Unidos, que disponen de más recursos económicos, mejor tecnología y consumidores dispuestos a comprar y pagar más. Será una oportunidad de abrirnos lugar en el viejo continente.

En Perú tenemos numerosos pendientes para lograr chocolates de calidad superior, como conocer mejor nuestro cacao y sus posibilidades, adquirir mejor tecnología, intercambio de conocimiento con expertos y educar a los consumidores nacionales a disfrutar y escoger tabletas de que exalten nuestra calidad y biodiversidad. Vamos bien, a paso lento, pero vamos bien. En este momento es imperativo conquistar mercados foráneos para fortalecer el trabajo que se hace en casa.