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Hoy 8 de diciembre se cumplen 27 años de la tragedia que marcó la historia de y del fútbol peruano.

A pesar de que han transcurrido años de aquel fatídico día de diciembre de 1987, aquella herida que dejó el accidente que enlutó a la familia de , aún no ha terminado de cerrar y el recuerdo de los ‘potrillos’ que cayeron al mar de Ventanilla queda aún perenne en la memoria que se niega a olvidarlos.

Como se recuerda, el plantel de  regresaba de Pucallpa, donde había derrotado 1 a 0 al Deportivo Pucallpa con gol de Carlos Bustamante, cuando a las 8:05 p.m., el avión Fokker F-27 de la Marina de Guerra que los trasladaba se precipitó a las oscuras y frías aguas del mar de Ventanilla. Aquel día perdieron la vida 43 personas y solo hubo un sobreviviente

El equipo de rescate realizó la búsqueda hasta la mañana siguiente y solo encontró con vida al piloto Edilberto Villar Molina. Él fue hallado intacto en el mar, pero nunca más se supo de él, nunca declaró a la prensa, nunca se presentó ante los familiares, y las especulaciones apuntaron a que abandonó el país con otra identidad.

Según un informe respecto al accidente elaborado en 1988, ni Villar ni su copiloto habían acumulado ninguna experiencia en vuelos nocturnos en los últimos 30 días.

La tragedia cobró la vida de José Gonzales Ganoza, César Sussoni, Tomás Farfán, Daniel Watson, Braulio Tejada, José Mendoza, Gino Peña, César Chamochumbi, Carlos Bustamante, Milton Cavero, Luis Escobar, Ignacio Garretón, José Casanova, Alfredo Tomassini, William León y Aldo Sussoni.

También fallecieron el técnico Marcos Calderón, el utilero Andrés Eche Chunga, el dirigente Washington Gómez, el kinesiólogo Rodolfo Lazo Alfaro, el traumatológo Orestes Suárez Galdós, el jefe de equipo Santiago Miranda Mayorga y los árbitros Manuel Alarcón y Samuel Alarcón, además de ocho integrantes de la barra, seis tripulantes y un árbitro más.

LAS VERSIONES

Tras la tragedia con lo ocurrido con el plantel aliancista se tejieron varias versiones:

La primera señala que integrantes del club ‘blanquiazul’ descubrieron un cargamento ilegal en la nave, lo que obligó a desaparecer pruebas y testigos. Lo que es más, algunos familiares e involucrados que reconocieron los cuerpos, aseguraron que algunos tenían orificios de bala.

Luego como el único sobreviviente fue Edilberto Villar, y nunca dio la cara, se apunta a que éste se quedó en Pucallpa y dejó que el copiloto manejara la aeronave, y que la Marina de Guerra fue por Villar y lo metió al mar a fin de rescatarlo a fin de evitar escándalo. 

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