Bladimir Bolivar: “Siempre tuve alma de deportista”
Bladimir Bolivar: “Siempre tuve alma de deportista”

A Bladimir Bolivar, antes que nada, le gusta cómo suena el impacto de las sillas de quadrugby. Una adrenalina que creyó perdida al romperse la quinta vértebra del cuello y quedar cuadripléjico a los catorce años. Hoy, al igual que a sus hermanos de cancha, pasa el balón de la adversidad casi sin mayor problema. Hasta puede reírse de las situaciones difíciles, pero no de la falta de apoyo para los Tumis, su segunda familia.

¿Qué hacías antes de descubrir esta disciplina? 

Siempre tuve alma de deportista. Quería ser futbolista. Jugaba a la pelota y tenía lo mío, pero vino el accidente y pensé que jamás haría deporte otra vez.

¿Y cómo empiezas en el quadrugby? 

De casualidad. Cuando yo estaba vendiendo, una chica del equipo de rugby convencional pasó por mi puesto y me miró. Ella me dijo que hay rugby en silla de ruedas y me mostró algunos videos. Creo que pasaron como quince días y fui al coliseo Dibós. Cuando al fin llegué al coliseo Dibós, los chicos me sentaron de frente a jugar.

Tu primer contacto fue de golpe y sin anestesia… 

Claro. Como todavía no había sillas de quadrugby, me colocaron en una silla de básquet. Jugué y fue una tortura. Me dolían los hombros, los brazos, todo. Muerto. En parte porque era una tortuga en ese tiempo.

El quadrugby tiene fama de ser muy rudo. ¿Eso te atraía? 

Muchísimo. Ir por el balón y el ¡pum! de botar al contrincante es un momento único. Cuando juego con gente experimentada, choco y se remueve hasta mi cerebro. Eso es espectacular.

Uno pensaría que tras una cuadriplejia el cuidado con el cuerpo es extremo… 

Pero es un deporte seguro. Te amarran para que seas uno solo con la silla. Además, ¿qué más me puede pasar?

¿Has enfrentado prejuicios? 

Sí, mucha gente me dice: ¿Cómo haces esto? ¡Estás loco para hacer este tipo de cosas!

¿Qué no tendrías sin el quadrugby?

Un equipo y una familia más. Te llaman, preguntan cómo estás. Eso es lo que no tenía antes. Ahora socializo más, participo más, viajo… Y me siento más fuerte. La cabeza ya no piensa en tonterías.

¿Cómo qué?

Pensar en el “y si hubiera sido así”. Eso no te sirve. Entras en trompo y pierdes el tiempo. En cambio, si estás activo, la cabeza se despeja.

Algunos atletas con discapacidad sienten que se pone más atención a su discapacidad física y su desempeño deportivo queda en un segundo plano. ¿Ese es tu caso?

Detesto que me miren con pena. Creo que el esfuerzo que hacemos es el doble en comparación a los deportistas convencionales. Es un sacrificio económico, un trabajo hasta de tu familia. En mi caso, mi mamá me cambia, me baña, toma su micro y va a trabajar. No me refiero a “ay, este pobre muchacho”. No. Si hay empeño, debería existir un apoyo. Además, no nos pueden pedir buenos resultados. Nosotros entrenamos dos veces por semana y otros países cuatro o cinco veces. La verdad es que todos los deportes están en la misma condición en este país.

¿Cuál es la actual situación de los Tumis, tu equipo?

El año pasado estuvimos a punto de desaparecer por falta de apoyo. El quadrugby llega a Perú gracias Maximus, un proyecto que lo financiaba Estados Unidos. Ellos pagaban el sueldo del entrenador, a los asistentes y las sillas que son carísimas. Pasaron dos años, se acabó el proyecto y nosotros por nuestra cuenta. En el 2015 estuvimos en el limbo. Casi no entrenábamos. Ahora recibimos el respaldo de Fedenadif, la Federación Deportiva Nacional de Personas con Discapacidad Física. Hay dinero para el entrenador y nos mandan algún asistente para parchar las llantas. Lamentablemente, todo es plata. El próximo año hay un parapanamericano y necesitamos más apoyo.

DATO.

Bladimir Bolivar. Deportista. Aparece en Rodar contra todo, largometraje que recoge la historia del primer equipo peruano de rugby en silla de ruedas (quadrugby), los Tumis. La proyección gratuita será en la sala La Ventana Indiscreta de la Universidad de Lima.

2013 año en que Bladimir Bolivar Zegarra ingresó a los Tumis.

2019 año en que se llevarán a cabo los VI Juegos Parapanameri-canos.