Jean Paul Olhaberry: “La magia es un descubrir de las capacidades que tenemos”

La magia tiene la facultad de mostrar a sus espectadores situaciones inverosímiles. La frase “ver para creer” se pone de manifiesto cuando captura la atención y muestra un abanico de posibilidades que nunca antes se habían considerado. Antes de llegar al Perú para presentar en un evento privado de Chevrolet, su espectáculo “Piedra angular”, Jean Paul Olhaberry, uno de los ilusionistas más respetados del mundo, habla de este arte, donde lo imposible se hace realidad.

¿En qué se diferencia el espectáculo “Piedra angular” de sus anteriores puestas? 

Traemos un espectáculo que tiene que ver con la tecnología. Es una puesta en escena que ha mezclado la magia con lo audiovisual, lumínico y musical. Una innovación que hemos experimentando desde hace un par de años y que está enfocada en la experiencia del espectador de vivir algo que cruce el límite de lo real.

¿Considera que la tecnología podría opacar los actos de magia? 

Hoy en día la magia es un descubrir de las capacidades que tenemos como seres humanos, y creo que la tecnología, en vez de minimizar la magia y el espectáculo, entrega un valor a lo que el mago presenta. Por eso quise que se incluya en esta obra, porque en mis espectáculos anteriores he sido un poco reacio a la tecnología, quería que la magia sea lo más corporal posible. Sin embargo, en este espectáculo la tecnología se presta para evocar las emociones del espectador.

¿Han realizado algún estudio previo para definir las sensaciones que desean obtener del público? 

Sí, aquí en Chile hay una compañía de teatro que fue de alguna manera pionera en este tipo de tecnologías de proyección. Estuve con ellos estudiando la técnica. Incluso un miembro es parte del equipo que irá a Perú. Es por ello que logramos componer el desarrollo de esta performance.

¿Cuánto tiempo ha tomado la realización de este espectáculo? 

Hemos desarrollado esta técnica desde el año pasado. Ha sido un año completo, con el diseño de las proyecciones y el trabajo de experimentación para lograr esa conexión entre la realidad y la ficción.

¿Cuáles son sus expectativas en nuestro país?

Mi inspiración real de la magia está en Sudamérica, por las culturas ancestrales, como las de Chile, Perú y Bolivia. Por eso estoy muy contento de tener la oportunidad de llegar a Perú con este espectáculo, que por su nivel técnico y compleja producción es muy difícil de mover. Disciplinas artísticas y culturales como la magia permiten esa mirada interna y emocional que necesitamos vivir.

¿Qué lo motivó a hacer magia?

A los 8 años tuve la suerte de encontrarme con Fernando Larraín, un reconocido mago que se convirtió en uno de mis maestros de magia. Él hizo un espectáculo en la escuela donde yo estudiaba. Quedé maravillado con todas las cosas que realizaba, desde desaparecer ciertos elementos hasta la facultad de leer la mente de las personas. Verlo fue como vivir un sueño y cuando terminó la presentación, recuerdo que lo esperé fuera de clase. Él se acercó a mí y sacó una moneda de mi oreja. Ese momento fue tan especial, tan puro e inocente, que me quedó marcado para siempre y fue lo que de alguna forma me abrió las puertas a la magia. Yo fui su discípulo por casi 20 años.

¿Es complicado dedicarse a este arte en estos tiempos?

Es muy difícil dedicarse a las artes, tanto a la música, el teatro y la magia; que todavía en esta sociedad no le dan el valor que merecen. El arte es la expresión más sublime del ser humano. Como todo está relacionado con la producción y lo económico, las disciplinas artísticas no tienen un valor. Pero creo que en la actualidad esa idea está cambiando, porque la sociedad no puede subsistir solo con el interés económico, deja un vacío que está empobreciendo a las personas y el imaginario del mundo.

¿Qué recomendaría a alguien que quiera seguir sus pasos?

Creo que lo fundamental es no limitarse a nada, experimentar, disfrutar de la vida, jugar a los deportes, cantar. Ese es el valor que tenemos como personas, de abrirnos camino. La imaginación es el gran tesoro que tenemos para construir un futuro más interesante.

DATO

Jean Paul Olhaberry. Ilusionista chileno. Aprendió de Fernando Larraín el arte de la magia. Obtuvo el octavo lugar a nivel mundial en la categoría de “Manipulación”, considerada una de las más difíciles de dominar.

9 premios obtuvo Olhaberry por su talento a nivel mundial.

2013 recibe el Merlin Award en Estados Unidos.

8 años fue la edad en la que se inició en el mundo de la magia.