Desde 1992, cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Esta iniciativa, promovida por la Federación Mundial de la Salud Mental, tiene como finalidad concienciar a los gobiernos y a los ciudadanos sobre los trastornos mentales en lo que a prevención y a tratamiento se refiere.
Estas enfermedades afectan a más de 5 millones de personas en el país, según cifras del Ministerio de Salud (Minsa); sin embargo, aproximadamente el 80% de ellas no recibe el tratamiento especializado que necesita, indican las estadísticas del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM).
Para Aitor Castillo, siquiatra y catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), esto se debe principalmente a que las políticas del Estado no son las adecuadas para atender los trastornos, y porque todavía existen prejuicios en torno a ellos que se reflejan, por ejemplo, en la falta de oportunidades laborales y en las burlas que se escuchan con frecuencia.
Si bien existen varios trastornos mentales, los más frecuentes en el país son la depresión y la ansiedad. Estudios del INSM muestran que 1 millón 700 mil peruanos padecen la primera enfermedad, mientras que 1 millón 200 mil, el segundo mal.
La depresión. La tristeza, el pesimismo, el desgano y los dolores de cabeza son algunas manifestaciones de la depresión. Para Jacquelinee Rojas Livia, coordinadora de la carrera de sicología de la Universidad Privada del Norte (UPN), actualmente muchos pacientes son niños, desde los 8 años de edad. Se trata de una patología, no de un estado de tristeza. La sintomatología de la depresión impacta en el estado de ánimo y promueve la pérdida de capacidades, añadió la profesional.
La ANSIEDAD. En el caso de los trastornos de ansiedad, estos ocasionan agobio, angustia, miedo y preocupación constante que perjudican las actividades diarias como la educativa o laboral.
La ansiedad empieza a manifestarse en la adolescencia y esto hace que en algunos casos los jóvenes se sientan atraídos por el consumo de drogas para minimizar el problema o reducir la preocupación que tienen sobre el futuro, comentó Rojas Livia.
El trastorno bipolar es otra enfermedad mental que se aprecia en el país. Esta se caracteriza por el cambio extremo de ánimo; es decir, quienes lo padecen pueden mostrarse alegres e inmediatamente ingresar a un cuadro de depresión.
A este mal también se le suma la esquizofrenia, que afecta al 2% de la población peruana. El cuadro requiere de un tratamiento con fármacos y se caracteriza por alucinaciones constantes, delirios y miedo.
Actualmente, son muchas las personas que no aceptan estos u otros trastornos, sin intención de recibir ayuda profesional cuando se presentan sus síntomas.