El presidente de Bolivia, Evo Morales, descartó una purga en la administración pública luego de perder el referendo sobre su nueva reelección, sin embargo pidió a los funcionarios que no lo apoyaron a que dejen su empleo a gente "comprometida" con su gobierno.
"Algunos de nuestros funcionarios, algunos gerentes (se inclinaron) por el No. Eso quiere decir que no están con nuestro programa ni con el proyecto", dijo la víspera, en la entrega de una escuela en La Paz.
En vista del "cómo se expresaron públicamente por el No, deben dejar que trabaje (en la administración pública) otra gente comprometida", agregó.
Además, el mandatario afirmó que los sindicatos que son afines a su gobierno han pedido una purga en la administración pública. "No es ninguna masacre blanca. Ellos (los que no lo apoyaron) no están con este proyecto", acotó.
Sin embargo, no se denunciaron despidos masivos por causa de la derrota electoral del mandatario el 21 de febrero en un referendo por una reforma constitucional que hubiera permitido a Morales postular a un cuarto mandato en 2019.
El voto es secreto en Bolivia, pero Morales dijo que tiene información sobre altos funcionarios que hicieron compaña en su contra.