Cuba: Destino en manos de Raúl Castro y vieja guardia comunista (VIDEO)
Cuba: Destino en manos de Raúl Castro y vieja guardia comunista (VIDEO)

En el segundo día sin , el régimen cubano se apresta a desarrollar un fastuoso funeral de siete días para honrar la memoria del líder caído.

En tanto -esto sí en estricta reserva-, Raúl Castro y los hombres de su confianza comenzaron a configurar la nueva estructura burocrática que manejará los destinos de la isla en los próximos años.

La muerte de Fidel Castro, cual derrumbe de una columna principal, está generando un natural reacomodo al interior de la estructura partidaria que maneja la dictadura.

Según analistas internacionales, no existe un relevo claro, un delfín del régimen que reemplazaría a Raúl Castro cuando este pase a los cuarteles de invierno en 2018.

Según un análisis de Associated France Press (AFP), “la muerte de Fidel Castro consolida el poder de su hermano Raúl, que ha armado un Estado Mayor a su medida, integrado por la vieja guardia comunista y veteranos jefes militares, aunque designó a un hombre más joven como eventual sucesor”.

Miguel Díaz-Canel, un ingeniero eléctrico de 56 años, es el actual vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, designado por Raúl Castro en febrero de 2013. Fue ministro de Educación Superior.

Será quien reemplace a Raúl Castro en 2018 si este honra su compromiso del retiro.

Pertenece al grupo de dirigentes de mediana edad y perfil discreto que emergieron en los últimos años dentro del equipo de Castro.

La incertidumbre es lo que prima. Según el diario El País, de España, la mayoría de los líderes históricos ha desaparecido.

“Raúl Castro tiene 85 y los históricos que hicieron la revolución prácticamente han desaparecido”, precisa.

“Quedan solo un puñado de ellos, como el comandante Ramiro Valdés o el segundo secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), José Ramón Machado Ventura, en la cúpula del gobierno y del partido”, añade el diario. La sucesión parece poco clara.

En abril de 2011, reconoció que el partido carecía de una reserva de sustitutos maduros y con experiencia suficiente para asumir el relevo en los principales cargos del país. El régimen aprobó en 2008 que los cargos se ejercerán por un máximo de 10 años (en dos periodos).

Es sabido que el gobierno “decapitó” a varios jóvenes emergentes y algunos pesos pesados cercanos a Fidel Castro en los últimos años.

En este último caso, cabe mencionar al exvicepresidente Carlos Lage, responsable de la reforma económica de los noventa; y el exministro de Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque, exsecretario personal de Fidel Castro.

Cayeron en desgracia ante el nuevo jerarca.

Algunos analistas creen que Raúl Castro y sus cercanos colaboradores constituyen un liderazgo militar disciplinado y unificado.

Informa la agencia Efe, que habrá una procesión por toda la isla para despedir a Fidel Castro.

El 4 de diciembre, las cenizas de Fidel Castro serán inhumadas en Santiago de Cuba, cuna del alzamiento que lo llevó al poder en 1959.

El traslado de los restos de La Habana a Santiago, distante a unos 900 km, llevará cuatro días y apunta a convertirse en una movilización de millones de cubanos.

Efe registró que ayer, domingo, fue una jornada tranquila en La Habana, sin ninguna manifestación oficial.

La primera ceremonia fúnebre se inicia hoy, lunes, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, cuyo acceso comenzó a ser controlado el sábado por la Policía.

El sábado, cientos de estudiantes realizaron una vigilia nocturna en la universidad de La Habana.

DUELO EN SILENCIO. El duelo nacional obligatorio llevó a anular toda reunión o espectáculo. Los partidos de béisbol, una pasión nacional, fueron suspendidos y se prohibió la venta de alcohol.

Los restaurantes trabajan en un horario más corto que el habitual.

Los medios de información nacionales, todos controlados por el gobierno, pasaron el día mostrando reportajes, documentales y debates en honor al “compañero Fidel”.

Muchos en la isla, según Efe, no disimulaban su pesar ante la desaparición del líder y no es raro cruzarse con alguna persona con los ojos rojos de llanto.

Desde primeras horas -consigna Efe-, y durante la tarde del domingo, las inmediaciones del icónico café Versailles, aunque en menor número que el sábado, se vieron colmadas de exiliados cubanos y personas de varias nacionalidades que festejaban la “muerte del tirano”, entre gritos por la libertad y por la instauración de la democracia en el país caribeño.

Algunos de los presentes en la icónica calle Ocho utilizan las cámaras de las televisoras locales como ventanas para volcar una catarsis colectiva, tras largas décadas de espera, en las que no escasean las palabras cortadas, los ojos con lágrimas, el recuerdo a los caídos y hasta deseos de algún tipo de justicia.

“Quiero que las cenizas de Fidel sean arrojadas en el mar del estrecho de Florida, donde tantos cubanos murieron por huir de la dictadura”, dijo una mujer a la cadena local Telemundo, rodeada de carteles en los que se leía “No celebramos una muerte, celebramos la libertad” y copias de portadas de diarios locales con el titular “Muere Fidel”.

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