En Colombia, donde las corridas de toros son tradición cada fin y comienzo de año, un proyecto de ley presentado este jueves en el Congreso apunta a acabar con el maltrato animal y a permitir a cada ciudad decidir si quiere tener estos espectáculos.
Se "busca establecer un equilibrio entre la protección a actividades culturales, como la tauromaquia, pero también la protección a los animales y en general al medioambiente", dijo a periodistas el senador Carlos Fernando Galán, autor de la iniciativa.
"Este proyecto busca garantizar que se puedan hacer corridas en Colombia, pero que se hagan sobre la base de que no se maltrata a los animales", explicó Galán, del oficialista Cambio Radical, para quien en Colombia hay un "desequilibrio" que "pone por encima el derecho y la protección a la cultura a los derechos de los animales".
El texto incluye un cambio a un artículo del reglamento taurino para que el toro no sea herido ni muera en la corrida.
También busca otorgar una "herramienta" a los municipios colombianos con "tradición de tauromaquia" para que puedan decidir si quieren o no las corridas en su territorio.
Además, estipula que las "autoridades no puedan destinar recursos oficiales para promover esta actividad", agregó. De convertirse en ley, con dineros públicos no se podrán construir escenarios para estas actividades, pero sí se podrán proteger los ya construidos.
Galán sostuvo que su propósito responde a una "inquietud mayoritaria" contraria a la tauromaquia, especialmente de los jóvenes.
En Colombia hay unas 300 corridas anuales y unos 70 escenarios en los que se desarrolla la temporada de cada fin y comienzo de año. Las plazas de toros más importantes están en Bogotá, Medellín, Cali y Manizales.
La principal del país es la Santamaría de Bogotá, cuyo alcalde, Enrique Peñalosa, se ha mostrado contrario a la tauromaquia e impulsa este proyecto de ley.
"En Bogotá no aportamos un solo peso a la temporada taurina del año entrante ni lo haremos", afirmó el burgomaestre, citado en un comunicado de su despacho.
El predecesor, el izquierdista Gustavo Petro, prohibió las corridas de toros, pero fueron restablecidas por una sentencia de la Corte Constitucional que estipuló que solamente el Congreso puede restringir esta actividad.
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