Centenas de taxistas bloquearon el jueves por la mañana varias arterias de Rio de Janeiro y protagonizaron enfrentamientos con la policía, en un movimiento que denuncia la competencia de Uber y otras aplicaciones de transporte.
Los enfrentamientos se produjeron frente a la alcaldía. Los conductores, muchos con casacas amarillas -el color de los taxis cariocas- arrojaron piedras, bombas de estruendo y bengalas contra las fuerzas de seguridad, que trataron de dispersarlos con bombas lacrimógenas y de ruido y con gas pimienta, según refirió un reportero de la AFP.
Varias personas sufrieron lesiones. Medios brasileños señalaron que al menos un manifestante fue detenido.
La protesta empezó a primeras horas del día, con caravanas de taxis que confluyeron a paso de tortuga desde diferentes puntos de la ciudad hacia la alcaldía, situada a proximidad del célebre Sambódromo, que fue usado como playa de estacionamiento por los manifestantes.
Estrategia provocó varias decenas de kilómetros de embotellamientos a la hora en que los habitantes se dirigían a sus trabajos.
Los gremios de taxistas exigen en particular que aplicaciones como Uber y 99 Pop no se beneficien con medidas de regulación de los servicios de transporte, así como un refuerzo de los controles en estacionamientos irregulares cerca de centros comerciales, aeropuertos, eventos populares y de la estación central de autobuses.