La infanta Cristina, de 50 años, y su esposo, estarán presentes en el comienzo del juicio histórico en el que está acusada de dos delitos de evasión fiscal. Se sabe que desde hace más de 30 años, un miembro de la familia real española vuelve a estar frente a los tribunales.
En una sala presidida por el retrato de su hermano menor, Felipe VI, jefe de Estado desde la abdicación de su padre en junio de 2014, la infanta presenció junto a otros 17 acusados la apertura del "juicio del año", con la lectura de los cargos, a las 09H20 (08H20 GMT) en Palma de Mallorca, capital de las islas Baleares.
"Este es un caso de corrupción más de los muchos que estamos viendo" en los últimos años, decía a la AFP Francisco Solana, un desempleado de 45 años que manifestaba a las puertas del tribunal con una bandera republicana anudada sobre los hombros.
A este juicio también asistirán personajes vinculados con la política como el ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente del FMI, Rodrigo Rato; el ex alcalde, ex presidente de Madrid y exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; y el ex presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, quienes fueron citados en calidad de testigos en un juicio por el que pasarán un total de 363, indicó RTVE.
La Fiscalía Anticorrupción reclama más de cien años de cárcel para 14 de los acusados, 19 y medio de ellos para el marido de la infanta y 16 y medio para su ex socio Torres.
Cristina se sentará en el banquillo junto a otras 17 personas, incluido su esposo, el medallista olímpico de balonmano reconvertido en empresario Iñaki Urdangarin, quien afronta el cargo más grave, el de utilizar su título de duque de Palma para malversar unos 6 millones de euros (6,5 millones de dólares) en contratos públicos a través del Instituto Noos, una organización no lucrativa que dirigía con otro asociado.