Estado Islámico: Familias iraquíes empiezan a huir de la batalla de Mosul
Estado Islámico: Familias iraquíes empiezan a huir de la batalla de Mosul

Familias enteras abandonan sus aldeas por miedo a la batalla de Mosul, una huida que les ha llevado a los alrededores del pueblo de Tina, más al norte, donde están sentadas en medio del polvo, de botellas de plástico y de basura.

Es el primer grupo en haber huido de los combates y no será el último. La ONU teme que más de millón y medio de personas abandonen sus hogares por miedo a la ofensiva de reconquista de la ciudad de Mosul, controlada por el grupo Estado Islámico (EI) desde 2014.

Decenas de niños, mujeres y hombres se fueron del pueblo de Mdaraj, al sur de Mosul. Algunos a pie, otros en coche. Están sentados, a la espera de que la policía les devuelva sus enseres, tras las verificaciones previas.

"Nos fuimos a hurtadillas", aprovechando que no había combatientes del Estado Islámico cerca e intentando pasar desapercibidos entre el humo de los pozos petroleros, cuenta Abu Husein.

En Mdaraj las condiciones eran terribles, "no teníamos comida ni para aguantar tres días", añade Rabah Hasan Yusef, que se fue con su mujer y sus tres hijos.

Antes de irse de la aldea hablaron por teléfono con las fuerzas de seguridad para encaminarse al lugar donde estaban. Nada más llegar recibieron agua y comida.

Hasan Yusef está feliz de haber escapado del yugo del Estado Islámico, aunque añora su hogar. "Dormíamos en casa, sí, pero no estábamos bien".

Un poco más lejos se ven montones de mantas, alfombras y vajilla a bordo de camionetas y tractores. Las trajeron los desplazados. Hay quien llegó incluso con corderos y gallinas.

UNAS CUARENTA FAMILIAS

El desplazamiento de la población comenzó al día siguiente del anuncio de la operación de reconquista de Mosul, declaró Qusay Kadhim Hamid, un comandante de las fuerzas de intervención rápidas bajo la autoridad del ministerio del Interior. "Comenzó el martes con algunas familias, dos o tres".

El miércoles "notamos movimientos inusuales de familias, desde el alba", explicó. Sus hombres acogieron a "40 o 50" de ellas.

Las fuerzas de seguridad comprueban la identidad de los desplazados y se aseguran de que no lleven bombas ni sean combatientes del Estado Islámico que intentan esconderse, precisa.

Qusay Kadhim Hamid se teme que el número de desplazados aumente considerablemente a medida que las fuerzas progubernamentales apoyadas por la coalición internacional vayan avanzando en las zonas densamente pobladas de los alrededores de Mosul.

La coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande, declaró el lunes que por el momento son pocos los que huyen pero no descarta "movimientos de población importantes (...) de aquí a cinco o seis días".

En cuanto han recuperado sus pertenencias, los desplazados van al campamento en coche. A veces los lleva la policía.

Lograron escapar de las aldeas controladas por el EI y evitaron quedar atrapados por los combates entre los yihadistas y las fuerzas iraquíes, pero "eso no quiere decir que tengan la vida a salvo", constata Abu Husein.

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