El secretario de Educación de México, Aurelio Nuño, anunció hoy una nueva normativa que rebajará la burocracia a la que se enfrentan los mexicanos que retornan a su país desde Estados Unidos para convalidar los estudios tomados allí, en medio de las amenazas de deportación del presidente Donald Trump.
Es un "paquete muy amplio" que pretende "quitar una gran cantidad de requisitos y de burocracia que existía alrededor de las revalidaciones de estudios, particularmente de los que están en Estados Unidos", indicó Nuño a la cadena Televisa.
"Por ejemplo, el apostillado o que se tenga que presentar las calificaciones de los papeles escolares traducidos", detalló.
Nuño anticipó que este miércoles publicará "un nuevo decreto secretarial con carácter de preferente para que pueda ser aprobado con la mayor rapidez".
Es más, en cumplimiento de un fallo reciente de la Suprema Corte de Justicia, en el caso de los estudiantes de primaria, "si por alguna razón al regresar a México no tienen ningún papel", gracias a la propuesta se les podrá "admitir en algún centro educativo y se les pondrá en el nivel de acuerdo a su edad", ahondó.
El objetivo es "quitar la tremenda burocracia que hoy existe" para hacer que el sistema funcione "prácticamente en automático", reiteró Nuño, antes de resaltar que este paso facilitará también la reinserción de muchos mexicanos "en el sistema laboral" de su país de origen.
El secretario de Educación no pudo ofrecer cifras sobre la cantidad de personas que se verán beneficiadas con esta iniciativa, pero recordó que México tiene actualmente "un saldo neto de migración" con EE.UU., es decir, "mucha menos gente va a los Estados Unidos de la que se está regresando, muchos de ellos regresando de manera voluntaria".
El Gobierno de México es consciente de que en la coyuntura actual "eventualmente esto se podría incrementar", subrayó.
Durante la campaña electoral, Trump anunció el año pasado que deportaría a los 11 millones de indocumentados que residen en su país, muchos de ellos mexicanos, pero tras ganar las elecciones el 8 de noviembre pasado matizó que expulsaría solo a los que tienen "antecedentes penales".
Barack Obama estableció un récord en ese terreno en sus dos últimos años de gestión (desde 2014), con cerca de tres millones de mexicanos deportados.
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