Brasil decidió extender hasta 2017 el programa de visas para facilitar la llegada de sirios que huyen de la guerra, quienes ya constituyen la mayor población de refugiados en el gigante latinoamericano.
"Un total de 2.097 refugiados de esta nacionalidad llegó a Brasil en los últimos cuatro años", informó Beto Vasconcelos, presidente del Comité Nacional para los Refugiados (Conare), que depende del ministerio de Justicia.
Brasil es el país de Latinoamérica que ha recibido más sirios desde que comenzó la guerra civil en 2011. Muchos de ellos ya han emprendido pequeños negocios.
Con una fuerte tradición de asilo y una gran comunidad árabe en el país desde el siglo XIX, el gobierno simplificó en 2013 los trámites para dar de manera más simple y acelerada visas a personas de esa nacionalidad que buscan refugio.
El estatus de refugiado permite acceder a los sistemas públicos de salud y educación y trabajar libremente. Algunas entidades religiosas como Cáritas y otras civiles, en conjunto con gobiernos locales, dan apoyo con la enseñanza del idioma portugués y el primer alojamiento temporario.