Tras la muerte del físico Stephen Hawking, afectado desde su juventud con una enfermedad degenerativa conocida como Charcot, su familia devolvió al hospital todo el equipo respiratorio que el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) le había proporcionado.
Pero Hawking había comprado algunas de las máquinas él mismo, explicó su hija. “Ahora las estamos entregando al NHS con la esperanza de que ayuden en la lucha contra el covid-19”, afirmó, alabando el papel “increíblemente importante” que el Royal Papworth Hospital jugó en “momentos realmente difíciles” para su padre.
La donación se produce en un momento en que el Reino Unido, que se ha visto gravemente afectado por la pandemia del coronavirus con más de 17.000 muertes sólo en hospitales, carece de todos los equipos médicos necesarios para hacer frente a la crisis sanitaria.
Según el ministro de Sanidad británico Matt Hancock, el país tenía entre 9.000 y 10.000 respiradores en el NHS a principios de abril y 2.000 más en clínicas privadas.
Hancock anunció la llegada de 1.500 máquinas adicionales en las próximas semanas. AFP.