Mientras Martín Belaunde Lossio continúa prófugo pese a todas las promesas de capturarlo que lanzaron el presidente Ollanta Humala y sus ministros, el jefe de Estado persiste en su tarea de alejarse de la sombra de su exasesor.

“Martín Belaunde trabajó en nuestra campaña en el 2006, luego tomamos caminos diferentes”, afirmó Ollanta. Una frase poco creíble, ya que luego de ese proceso electoral Nadine Heredia cobró más de 50 mil dólares por asesorar a una empresa del hoy prófugo. Además, Carlos Tapia, exasesor de Humala, reveló que la pareja presidencial buscó a Belaunde para que apoye en la organización de la segunda vuelta el 2011.

Ante esta realidad, el Presidente intenta desmarcarse de su excolaborador y dice que los que deben responder sobre los vínculos con Belaunde son los gobiernos regionales y no el Gobierno Central.

Sin embargo, mientras el prófugo no sea capturado, las sospechas sobre irregularidades recaerán sobre la gestión de Humala.

Por supuesto, esto no quiere decir que los gobiernos regionales son inmaculados. Algunos de ellos no solo han tenido relaciones con Belaunde, sino también con Coopex, cooperativa vinculada a Rodolfo Orellana que emitió cartas fianza por sumas millonarias en regiones como Áncash, Ica y Lambayeque, entre otras.

Las investigaciones no se deben detener, los casos de corrupción deben ser castigados y el presidente Humala, además de decir que va a capturar a Belaunde, debe hacerlo.