La Comisión de Justicia del Congreso de la República archivó el proyecto de ley presentado por el parlamentario Roberto Vieira, el cual permitía dar prisión domiciliaria a sentenciados mayores de 75 años. Esta medida favorecía al expresidente Alberto Fujimori. Sin embargo, Fuerza Popular se opuso en forma decidida. Ello generó nuevamente opiniones diversas en el fujimorismo.

El primero en salir al frente fue Kenji Fujimori. “Creo que ha llegado el momento de que Fuerza Popular asuma de manera más activa la lucha para poder lograr la libertad de Alberto Fujimori. Yo amo a mi padre”, dijo. Fue una frase que parece transformarse en una intimidación.

Lo cierto es que, con respecto a este tema, los fujimoristas no van en la misma dirección. La mayoría sigue la línea de Keiko Fujimori, quien ha cambiado de opinión, ya que antes no solo estaba de acuerdo con la prisión domiciliaria de su padre, sino que la pedía enérgicamente.

¿Qué hizo que la excandidata presidencial mute y ahora diga que lo único válido es el indulto? ¿Puro cálculo político? Lo cierto es que sabe que la mayoría parlamentaria de su partido es imponente y que está en condiciones de exigir, por lo cual quizá crea que se concrete el indulto. La lideresa del fujimorismo tiene a favor un coro de políticos y un corporativismo militante que cumple sus órdenes y que la defiende siempre, aunque no tenga razón.

Por su parte, el Ejecutivo se mantiene firme y ha sostenido reiteradamente que no le dará el indulto al expresidente. Se vienen tiempos de más pugnas y tempestades en la política peruana.