GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Ayer se celebró en España el Día Nacional de la Epilepsia, y muchos medios locales aprovecharon para informar sobre esta enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud, afecta a 50 millones de personas en el mundo.

Dentro del universo de los pacientes con epilepsia, existe un grupo cuyo panorama es considerablemente más trágico. Se trata de la epilepsia refractaria, que ocurre cuando el paciente no responde a los tratamientos tradicionales. Así, un niño que padece de epilepsia refractaria puede llegar a tener entre 20 a 30 crisis epilépticas en un solo día.

Según el portal Enterarse (@EnterarseNTR), en el Perú el 30% de epilépticos son resistentes a las medicinas tradicionales. Para aliviar los síntomas de una enfermedad crónica como esta existen alternativas. Una de ellas es el cannabis medicinal que, si bien no puede curarla, sí ha demostrado -según estudios extranjeros- ser útil para paliar los síntomas de manera eficiente.

Además de la epilepsia, el uso del cannabis medicinal ha resultado eficaz para otro tipo de condiciones. El alzheimer, la esclerosis múltiple y los efectos secundarios de la quimioterapia en pacientes con cáncer son algunas de ellas.

A pesar de que en más de 20 países se permite ya esta sustancia para aliviar síntomas como los mencionados, en el Perú aún no existe data ni estudios científicos sobre sus efectos. Esto, a pesar de que -según Enterarse- 1 de cada 5 peruanos padece de dolor crónico. Esta falta de información disponible sobre una sustancia estigmatizada como el cannabis genera, comprensiblemente, dudas, temores y mitos.

¿A qué se debe esta falta de información? Enterarse ensaya una respuesta: la falta de información suficiente sobre los potenciales beneficios -y riesgos- del uso medicinal del cannabis se debe, en gran parte, a su ilegalidad. En el Perú, el cannabis para uso medicinal se aprobó recién en el 2017 y su reglamento en febrero. Debido a la imposibilidad legal de su cultivar e investigación, en el Perú casi no ha existido aún la oportunidad para deshacer miedos mediante el uso de información certera.

Vista una realidad como esta, resulta necesario -si es que no urgente- abrir las puertas a la investigación científica y, con ella, a la oportunidad de aliviar el dolor.

TAGS RELACIONADOS