Revisar los resultados de la última encuesta de Datum (referente a la huelga de maestros) puede ser un buen ejercicio para el presidente Kuczynski. De ahí podría sacar conclusiones que lo ayuden a enfrentar futuros problemas de índole similar, y así hacer los cambios que su gobierno requiere para tener un mayor manejo. La población y el Gobierno comparten varios puntos de vista con respecto a la huelga de los maestros. Aquí algunas de las principales coincidencias:

El 83% no aceptaría que profesores que reprobaron la evaluación enseñen a sus hijos. El 60% piensa que los dirigentes de este gremio tienen intereses políticos, y el 58% que hay infiltrados terroristas en el Conare. Por si fuera poco, el 61% está de acuerdo con los beneficios que el Gobierno ha otorgado a los maestros. Todas estas coincidencias en la percepción del conflicto deberían haber logrado que el Gobierno saliera airoso de esta huelga; sin embargo, el 55% de la población discrepa de la manera en que el Gobierno manejó la negociación, y con determinadas acciones, como los despidos, con 54% de la población en desacuerdo.

El resultado final es que el 72% de los peruanos apoyó la interpelación de la ministra Martens. En este caso, el Gobierno difícilmente puede echarle la culpa a la oposición, pues el 53% tampoco está de acuerdo con la actuación de Fuerza Popular en esta huelga.

Podemos concluir que la población, en este como en otros casos, está de acuerdo con las propuestas y planes del gobierno de PPK, pero en desacuerdo con cómo estos planes son implementados, lo que golpea su aprobación. Según esta misma encuesta, ahora llega solo al 22%.

La solución a este problema no creo que sea un cambio de gabinete o que este sea de corte político. En mi opinión, este gobierno necesita mejorar su sensibilidad con respecto a la opinión de la población y desarrollar la capacidad de explicar de manera simple, concisa y masiva las decisiones que toma, las acciones que ejecuta y los resultados finales.

La realidad es lo que cada uno de nosotros quiere ver, la realidad está llena de percepciones, y estas cambian con acciones, con hechos, pero también con una comunicación acertada, utilizando los mensajes, los voceros y los medios correctos.