Una de las tragedias de la educación peruana es que por un lado tenemos equipos de expertos en currículo que con la mejor intención proponen el camino a seguir para que los niños aprendan los fundamentos de la lectoescritura y matemática hacia 2do grado de primaria, pero las pruebas censales muestran sistemáticamente desde el año 2007 que los avances de los alumnos de un año a otro son muy pequeños, y que la gran mayoría no alcanza los objetivos mínimos en esas áreas.
Pasados 8 años de fracasos, hay que buscar soluciones más creativas para este problema. El gobierno está creando un Colegio de Alto Rendimiento Académico en cada región para que los alumnos más distinguidos de la escuela pública, que pasan a 3ero de secundaria, tengan la oportunidad de recibir una educación privilegiada. Quizá quepa pensar en la conveniencia de un concepto alternativo de COAR orientado a la infancia de 4 a 7 años, que ponga énfasis en el alto desempeño académico de los alumnos regulares de 10 colegios por región escogidos al azar, para experimentar abordajes innovadores que lleven a que todos ellos obtengan un alto rendimiento académico en 2do grado. Es decir, dotarlos de recursos, acompañamiento especializado y apertura en la normatividad de modo que dichas innovaciones en materia de gestión, recursos, metodología, horarios, capacitación docente, etc., produzcan aprendizajes que el sistema educativo pueda aprovechar transfiriéndolos o replicándolos en todos los otros colegios del país.