Los conflictos sociales en el país se están convirtiendo en verdaderos dolores de cabeza de nuestros gobiernos y la solución de estos se encuentra cada día más lejana y pueden llegar a ser permanentes.
Los conflictos sociales tienen sus orígenes por diferentes causas, quizás la más importante es la relacionada a las promesas electorales sobre eternos problemas que afrontan los pueblos y que los gobiernos nacionales, regionales o locales no han podido o querido solucionar.
Otra causa no menos importante la constituye el aprovechamiento de nuestros políticos que las utilizan para subirse a la cresta de la ola y tener una figuración que les sirva de trampolín para conseguir firmas, inscribir partidos o ganar elecciones, no les importa engañar a la población con información falsa, exacerbarla para que ataque a las fuerzas del orden, que se produzcan muertos aunque parezca mentira y para ello se infiltran en las organizaciones para liderar los reclamos.
Otra de las causas es el tema ambiental que los agitadores y falsos líderes manejan a la perfección. Es su herramienta más eficaz, debido a que como es lógico todos protegemos la vida y la salud tanto nuestra como de nuestros hijos.
Las expectativas de la población siempre quedarán insatisfechas de alguna u otra forma, este es el caldo de cultivo preferido para consolidar reclamos y justificar violencia.
Si el gobierno de turno desea combatir estos males, además de utilizar el diálogo va a requerir tener los argumentos necesarios y con la ley en sus manos contrarrestarlos con la debida anticipación.