GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Lamentable que a diez días de la renuncia el exasesor presidencial Carlos Moreno, en el Poder Ejecutivo exista una descoordinación total respecto al asunto, al extremo que mientras el presidente Pedro Pablo Kuczynski aseguraba ayer en San Borja que su exconsejero no era funcionario público, el premier Fernando Zavala sostenía lo contrario en el Congreso.

Sin duda, los audios del tremendo asesor de PPK no solo han desnudado las presuntas malas prácticas del personaje llevado a Palacio de Gobierno por el propio Kuczynski, sino también la dificultad de la actual administración para encarar este grave problema que les ha estallado en la cara cuando aún retumbaban en los oídos de los peruanos las promesas de luchar frontalmente contra la corrupción.

Y mientras Kuczynski y Zavala no se ponen de acuerdo sobre el “faenón” con la salud de los más pobres, los peruanos seguimos esperando una explicación convincente sobre la manera en que fue afrontada la situación una vez que en el Ejecutivo se conocieron los audios del escándalo, pues se faltó a la verdad afirmando que Moreno se alejaba por “exceso de trabajo” y se le firmó una resolución agradeciéndoles por los servicios prestados al país.

Sin duda la imagen del gobierno ha sido golpeada por el accionar de Moreno, pero también por el mal manejo una vez conocido el problema surgido en la propia Casa de Pizarro, que tienen como cereza en el pastel lo dicho por el propio presidente, en el sentido de que se les estaba golpeando “por nada”. Que recuerden en el Ejecutivo las promesas de honestidad y corrupción cero.