E​l barro de Odebrecht

Odebrecht y sus ejecutivos son una suerte de barro que embarra a todo y a todos a su paso. Son un lodo en el que además debemos confiar, pues se supone que deben decir la verdad, ya que todos los beneficios que han adquirido se basan en esta colaboración y desaparecerían de estar mintiendo.

Resulta complicado pensar que Odebrecht y todos sus ejecutivos se han vuelto, de repente, buenas personas que buscan redimir sus culpas. Lo que parecería, en realidad, es que están usando este barro en beneficio de ellos mismos. Marcelo Odebrecht logró esto con sus declaraciones en Curitiba, en las que involucró a muchas personas e instituciones. Pero dijo que todos los detalles los tenía Barata, con lo cual obligó a la justicia peruana a excluirlo de todos los procesos en los que estaba siendo investigado y que, así, Barata pudiera disponer de los 13 millones de dólares que tiene en el Perú a cambio de declarar.

Esta semana, Odebrecht lanzó más barro. Esta vez se lo entregó a la comisión “Lava Jato”, lo que terminó con el pedido de vacancia de la Presidencia de la República por parte del Congreso y sumió al país en la complicada situación en la que nos encontramos en este momento.

La gigantesca fábrica de barro recién comienza a producir, en unas semanas tendremos las declaraciones de Barata. En el Perú trabajaron, además de esta, otras cuatro constructoras por lo que es previsible que esto alcance a todos, o casi todos los empresarios, políticos y funcionarios de nuestro medio, los cuales no tendrán la capacidad de enfrentarlo. Adicionalmente, y más grave aún, es que no tenemos un Poder Judicial con la capacidad para procesar todo lo que se viene de manera eficiente y justa.

Si bien no podemos echarle la culpa de nuestra precaria institucionalidad a Odebrecht, ni podemos culparlos de la mediocridad y falta de ética de nuestros funcionarios y políticos, tampoco podemos dejar que sean ellos quienes continúen manejando la política y la justicia en el Perú, pues claramente lo harán para su beneficio y no para el del país.