El 29 de enero pasado, en sesión de directorio de la Caja Trujillo, se aprobó el auspicio –por más de medio millón soles- de la entidad crediticia a favor del Carlos A. Mannucci, el tradicional equipo trujillano que disputa la Liga 1. Todo parecía de lo más normal, excepto por dos votos en contra dentro del directorio basados en un asunto no menor: la prohibición expresa debido a un presunto conflicto de intereses.

¿En qué se basaba la prohibición? Pues dentro del informe legal previo a la firma del contrato, se podía leer: “está prohibida la contratación de bienes y servicios ofrecidos por familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, de colaboradores que de alguna manera pueden influir en el proceso de abastecimiento, directores y miembros de la Junta General de Accionistas de la Caja Trujillo”.

Y dicha junta de accionistas, como corresponde a toda caja municipal (y Caja Trujillo lo es), está integrada por los regidores del concejo edil. Resulta que el lío está en que el regidor del Apra, Raúl Lozano, es el presidente del Carlos A. Mannucci.

Aunque el informe legal que consigna la prohibición, también da la salida: que el directorio decida si realiza una excepción a la norma de abastecimiento que señala la improcedencia. Y así se hizo por mayoría. Pero ahora, en un clima de cuestionamientos al alcalde Daniel Marcelo -suspendido por tener sentencia en segunda instancia en contra y a la espera de que dicha suspensión se haga efectiva- el tema ahora también será investigado.

No está de más decir que en Trujillo, la rivalidad entre Universidad César Vallejo y Mannucci ha sido también llevada a esa vieja rivalidad entre APP y el Apra. Cosas del fútbol y la política. Pero aún hay más: la ley también habla de posible vacancia contra el regidor aprista.

Al final, ¿se manchará la pelota?

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