El factor Mamani

El giro que dio la vacancia de PPK a partir de los audios y videos proporcionados por el congresista Moisés Mamani era difícil de predecir. Eliminar políticamente, con una misma acción, a los “Avengers”, a uno de los ministros más destacados y al propio jefe de Estado no parece una acción a azar. Por el contrario, parece una maniobra bien diseñada por un grupo y ejecutada por un congresista de gran audacia y escasa moral. Sin embargo, más que osadía del congresista Mamani, sorprende la inocencia de los “Avengers” y los ppkausas involucrados en el asunto, sobre todo si recordamos el incidente del exministro de Economía Alfredo Thorne y el contralor Gustavo Alarcón, que terminó con la destitución de ambos.

Si algo bueno podemos sacar de todos estos nefastos hechos, es que han permitido que el exvicepresidente Vizcarra pueda tomar el Gobierno en mejores condiciones que con la vacancia de PPK. Vizcarra contará con el apoyo de la bancada ppkausa en su totalidad y, al menos por un tiempo, con el respaldo del resto de bancadas, que necesitan darle una tregua al Ejecutivo para recuperar credibilidad frente a las elecciones municipales y regionales de este año, y generar capital político de cara a las elecciones del 2021. Además, haber llegado a la Presidencia con la renuncia (en vez de la vacancia) le da a Vizcarra la posibilidad de ampliar la convocatoria para su primer gabinete, y sobre todo mejorar las probabilidades de que quienes lo acompañen sean personas probas, con manejo político y capacidad ejecutiva. Esta será, por cierto, una de las decisiones más importantes que tendrá que tomar el nuevo jefe de Estado y que podría fortalecer su débil posición actual.

Paradójicamente, las oscuras circunstancias que llevaron a la renuncia de PPK se convierten en las mejores circunstancias posibles para que asuma la Presidencia Martín Vizcarra, pero -como lo dijimos en esta misma columna- esto no cambia que Vizcarra tomará el timón del país teniendo poca experiencia, un círculo íntimo reducido y un Congreso que no sabemos cuánto tiempo lo apoyará. Es por ello debe enfocarse en lograr, lo más rápido posible, una alta aprobación de la población, que le dará el único respaldo real para gobernar.