Lo que pasó con Jaime Saavedra cuando perdió la confianza del Congreso y dejó el Ministerio de Educación fue un despropósito fujimorista para hacer sentir su peso político. Puede ser. Un acto riesgoso que le costó a Keiko Fujimori la reducción de simpatía popular. Sin embargo, una interpelación a Martín Vizcarra y la posible censura del Ministerio de Transportes y Comunicaciones tendrían un efecto diferente.

Esta vez, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski se la pone fácil a los fujimoristas. La adenda del aeropuerto de Chinchero (Cusco) a favor de la empresa concesionaria Kuntur Wasi ha sido observada por Contraloría y el Ejecutivo ha insistido en concederle un primer adelanto de más de 40 millones de dólares para iniciar la obra (aunque ayer se confirmó que paralizarán dicho desembolso por “transparencia”).

Las cuestiones financieras han sido por demás aclaradas. Esta Asociación Público-Privada (APP) favorece al empresariado. Por lo tanto, según lo expresado por Rosa María Bartra, la vicepresidenta del Congreso de la República, el fujimorismo evaluará el próximo 7 de marzo la moción de interpelación impulsada por el congresista Yonhy Lescano, la cual apoya.

“Creo que hay bastante que explicar al país sobre la adenda que firmó y convalidó un contrato lesivo para los intereses del país, más allá de los adjetivos que deben evitarse. No se trata de atacar a las personas, sino a los procedimientos y acciones”, afirmó la parlamentaria de Fuerza Popular. Dicho esto, el fujimorismo tiene la mesa servida.

Si a esto sumamos la fotografía publicada por Correo Lima sobre esta reunión de camaradería entre el personal de apoyo de la campaña de PPK y los empresarios que apoyaron económicamente la causa (entre ellos la gente de Kuntur Wasi), la cosa está frita. La ciudadanía no esperará que un juez determine si hay o no un pago de favores. Simplemente, la gente sentencia sobre lo que cree: “La mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”.

En definitiva, un nuevo autogol de PPK y su precario estilo de hacer política favorecen al fujimorismo.