Finlandia es la economía más competitiva del mundo y enca
beza el ranking en tecnologías de información y comunicación y en las percepciones de ser el país menos corrupto. Su modelo de desarrollo se caracteriza por la alta inversión en educación, ciencia, tecnología y salud pública. Invierte 3.5% de su PBI en investigación y desarrollo, frente al 2,6% de USA y menos del 2% de la Unión Europea. Asimismo, tiene una vocación por la equidad gracias a inteligentes concertaciones entre el gobierno, las organizaciones laborales, la sociedad civil, las empresas privadas y los partidos políticos.
El gran cambio empezó hace 35 años cuando siendo un país básicamente agricultor se dedicó a desarrollar su capital humano, la investigación científica y tecnológica, la cultura, la igualdad de oportunidades y la ética.
Por su parte Noriega encabeza las tablas mundiales de Desarrollo Humano de la ONU siendo el primero en investigación y desarrollo con 4.3% del PBI; además, tiene la tasa de mortalidad infantil más baja del mundo. Islandia es un pequeño país de glaciares, volcanes y sin muchos recursos naturales, pero es uno de los más ricos del planeta. Igualmente lo son Dinamarca e Irlanda. En cambio los países de América Latina están entre los más pobres del mundo debido a los elevados niveles de desigualdad y pobreza educativa las cuales tienen efectos sociales regresivos, porque con menos de 12 años de escolaridad las personas no tienen «empleabilidad».
Es curioso como la tenencia de ingentes recursos naturales minerales y petróleo, así como extensas áreas agrícolas, han convertido a estos países en «dependientes de la exportación de materias primas» (las cuales se concentran en las pocas manos de las oligarquías tradicionales o las transnacionales). Eso no ha alentado a los estados a invertir masivamente en los cerebros de la gente para que sea capaz de producir productos más sofisticados con mucho valor agregado, que son los más rentables en la era de la tecnología y el conocimiento. Así tenemos que las exportaciones de productos primarios son, en Argentina 72%, Bolivia 83%, Chile 82%, Cuba 90%, Colombia 64%, Ecuador 88%, Venezuela 87% y Perú 78%. En cambio, en China es 9% y en India 22%.
Así, llegar a los más altos niveles de bienestar e Independizarse de la dependencia respecto a las materias primas solo es posible invirtiendo en educación, salud, ciencia y tecnología.