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Luis Castañeda trabaja con una abogada de absoluta confianza. Durante los dos primeros gobiernos municipales del actual alcalde, ella fue primero gerente de Desarrollo Urbano y, luego, de Promoción de Inversión Privada. Entre otras cosas, estuvo a cargo de negociar y firmar el contrato de concesión Línea Amarilla con la empresa constructora OAS el año 2009.

El 2014, como demuestra el reciente informe periodístico de IDL-Reporteros, esa misma abogada mantenía una conversación fluida con el presidente de dicha constructora brasileña. Conversaban, entre otras cosas, sobre Línea Amarilla. Si bien ella afirma que trabajaba como consultora para ellos, los mensajes publicados demuestran que también hablaba a nombre de Luis Castañeda, o “Lucho”, y que coordinó reuniones entre él y el presidente de OAS. Fruto de esas conversaciones se habría logrado impedir que el proyecto Río Verde siga adelante y redireccionar 75 millones de dólares para construir by-pass de 28 de Julio. ¿Qué más se habrá acordado? Aún no lo sabemos.

Todo esto ocurrió mientras Susana Villarán era alcaldesa de Lima. Para cerrar el círculo, el 2015, con Luis Castañeda en la alcaldía, la abogada de confianza regresó a la municipalidad como consultora para trabajar temas de Línea Amarilla.

Si esto no es una usurpación de funciones, un acuerdo al margen de la ley y un boicot a la anterior gestión, ¿qué cosa es?