El Gobierno en su último año perdió la presidencia del Congreso; la oposición, con Luis Iberico, ganó la Mesa Directiva del Parlamento.

Palacio de Gobierno en última instancia desistió de presentar un candidato y negoció con Castañeda Lossio, alcalde de Lima, para que el congresista Zeballos, de Moquegua, encabece una lista, con apoyo de la bancada de Gana Perú, a cambio de darle presupuesto para más obras en la capital, pero no le funcionó, pues Iberico ya había comprometido los votos necesarios para ganar aun teniendo a “Vitocho” de francotirador.

Ana María Solórzano dejó la presidencia del Parlamento sin pena ni gloria, a decir de muchos analistas ha sido la peor presidenta del primer poder del Estado, convirtió el Congreso en un apéndice de Palacio de Gobierno.

Ahora Iberico deberá cumplir sus promesas, como elegir de una buena vez al Defensor del Pueblo, modificar la Ley de Elecciones para eliminar el pernicioso voto preferencial y regular el financiamiento de los partidos políticos para evitar que dineros sucios, como del narcotráfico, entren a la política y facilitar más inversiones.

Acompaña a Iberico como primera vicepresidenta Natalie Condori, parlamentaria de Tacna, por lo que ahora nuestra ciudad tiene la oportunidad de oro de poder conseguir leyes que no pudieron sacar antes la dupla Condori-Pari; y es que la agenda la maneja el presidente, pero el primer vicepresidente muchas veces se queda conduciendo el debate y puede modificar el orden de los proyectos de ley que debaten y así conseguir leyes en favor de sus pueblos.