La acusación de la comisión Belaunde Lossio encuentra un correlato en las agendas de la señora Heredia: ambas nos muestran la organización de una serie de testaferros con el fin de poder utilizar los inmensas montos de dinero que los Humala-Heredia lograron acumular desde el inicio de su carrera política.

Como lo hemos señalado en su oportunidad en esta columna, Martín Belaunde es un gestor de negocios que no tiene fortuna propia, sino que canaliza, o legitima, dineros de los Humala-Heredia. Las agendas confirman que el diario La Primera y la imprenta Todo Graph, supuestamente de propiedad en su momento de Belaunde Lossio, son negocios financiados con plata proveniente del gobierno venezolano para la aventura política de los Humala-Heredia.

Las agendas confirman además el papel que juegan Rocío Calderón y la madre de la señora Heredia. Calderón comparte varias tarjetas de crédito con Heredia, manteniendo cuentas y depósitos mancomunadamente. Además, le presta los recibos de honorarios a Heredia para recibir una mensualidad de la empresa brasileña OAS. La madre de Heredia, Antonia Alarcón que hace depósitos, compra inmuebles, recibe plata en sus cuentas. Al igual que su hijo Ilan Heredia.

Y junto a ellas el éxito inmobiliario de otras dos personas de confianza de Heredia: la embajadora del Perú en Francia, Cristina Velita; y la hermana de Ollanta Humala, Ivoska.

Cada vez menos personas siguen defendiendo a Heredia. ¿Los ministros seguirán mirando al costado? ¿Los que se hacen llamar de oposición en el Congreso seguirán silbando esperando que lleguen las elecciones?