Antes del 7 de junio de 1880, el coronel Francisco Bolognesi escribe algunas cartas porque ya conocía lo que el destino le había deparado. El 21 de mayo le escribe a su hijo Enrique, que estaba en Tacna, lo siguiente: “…aquí estoy bien de salud, esperando solo que venga el enemigo para recibirlo, sin que me importe su número”. 

Después del 26 de mayo con la derrota de los aliados, Bolognesi quedó aislado en Arica con un pequeño ejército, esperando que llegue el coronel Segundo Leiva de Arequipa con 5000 hombres, pero este nunca llegó; la frase de “Apure, Leiva” fue repetida varias veces en los telegramas que Bolognesi enviaba hacia Arequipa, pero quizás la carta más importante la dirigió a su esposa y la escribió el 22 de mayo, días antes de la batalla, aquí algunos párrafos: “…Dios va a decidir este drama en que los políticos que fugaron y los que asaltaron el poder tienen la misma responsabilidad…”.

Sin duda se refiere a Mariano Ignacio Prado, presidente del Perú que salió del país dizque a comprar barcos de guerra, dejando acéfalo el poder que fue asaltado por Nicolás de Piérola, quien por razones políticas no envió armas a Lizardo Montero antes de la batalla del Alto de la Alianza, ni le ordenó a Leiva que apoye a Bolognesi. La parte final de la carta pinta de cuerpo entero a este bravo militar: “…nunca reclames nada para que no crean que mi deber tuvo precio…”.