El inexperto congresista Violeta hace poco mostró un documento filtrado del Tribunal Constitucional, donde se habría declarado inconstitucional la ley antitransfuguismo en el extremo que los disidentes no podrían formar bancadas dentro del Parlamento.

Dicho acto refleja la fragilidad del Tribunal, desde donde se pueden filtrar documentos que próximamente serán públicos, y por otro lado la inexperiencia del legislador.

Si esto fuera así, las consecuencias que se vienen podrían cambiar el panorama político.

Por un lado, la bancada fujimorista se partiría en dos para dar vida al liderazgo de Kenji, quien podría contar con unos 25 disidentes, y pechar a su hermana de poder a poder; Keiko, por su parte -claro está que no quiere la libertad de su padre-, se quedaría aún con una fuerza importante y pelearía con Kenji la candidatura de 2021.

En la bancada PPK, también un grupo de 6 harían rancho aparte, ya se han pronunciado públicamente y hasta se dan el lujo de presionar -acaso extorsionar- al propio presidente Kuczynski pidiendo la salida de Zavala a cambio de no renunciar.

Definitivamente le falta muñeca política al Gobierno. Su prioridad debe ser tener una bancada cohesionada. Si dicho grupo se divide, PPK perdería lo poco que tiene en el Congreso y su fragilidad iría en aumento.

Ahora, si el Tribunal Constitucional se pronuncia públicamente, solo queda acatar lo que diga por imperio de la Constitución.