Los cien primeros días del mandato de Pedro Pablo Kuczynski se cumplirán en breve; sin embargo, el Gobierno ya hizo su propio balance de este periodo a todo volumen. El Jefe de Estado mostró al país las medidas dispuestas en la lucha contra la corrupción y los avances en el destrabe de 170 obras de agua y saneamiento, en la asignación de 170 millones de soles para reducir la anemia y la desnutrición, en combatir la inseguridad ciudadana, en el aumento a militares y policías, entre otros.
Pese a que tiene un bajón en las encuestas, el 55% de aprobación a PPK, según Ipsos Perú, sigue siendo superior a lo conseguido en la segunda vuelta de las últimas elecciones presidenciales. Su buen talante y su espíritu dicharachero cautivó al inicio a los peruanos. Por ello, en setiembre tuvo 63% de respaldo. Sin embargo, de ahora en adelante si no ejerce toda su autoridad para poner acento en la función social del Estado y en impulsar las grandes reformas que prometió, la luna de miel con la gente tendrá fecha de caducidad.
Esta coyuntura ha coincidido con la elección del pleno del Congreso de los nuevos miembros del directorio del Banco Central de Reserva. Cuando se pensaba que llegaban nuevos tiempos para el Parlamento, con congresistas trabajando en consenso y forjando una mejor imagen de este Poder del Estado, volvieron al largo conflicto, a la desesperada agresividad, a la confrontación que domina toda la escena. Parece que el tranquilo clima de pequeñas pugnas, superables con muñeca política, quedaron en el pasado.