Quizá por haberse tratado de unas declaraciones dadas a una agencia de noticias extranjera, el presidente Ollanta Humala haya tratado de sorprender a los incautos de otros países al afirmar sin rubor en la cara que no existe nada que demuestre los vínculos entre él y su esposa Nadine Heredia con el procesado Martín Belaunde Lossio, preso en Piedras Gordas tras su doble fuga a fin de evitar responder por el caso “La Centralita”.

Recordemos que Belaunde Lossio depositaba considerables sumas de dinero a la Primera Dama por no hacer nada cuando se encontraba desempleada, tal como ha señalado el propio recluso, y que hasta le pagaba el teléfono celular. No olvidemos que la expareja del personaje hoy detenido trabajaba como asesora de la señora Heredia en Palacio, que su padre figura como aportante fantasma al Partido Nacionalista y que Ilan Heredia es gerente de una empresa fundada por el examigo presidencial.

Cómo olvidar cuando el entonces asesor legal del Despacho Presidencial y hoy abogado de la primera dama, Eduardo Roy Gates, se reunió con el ministro de Justicia, Daniel Figallo, y la procuradora Yeni Vilcatoma para interesarse por la situación de Belaunde Lossio, a quien el propio Mandatario había pedido a los medios tratar con “mesura” por consideración a su familia, pese a que ya se encontraba prófugo de la justicia.

Entonces, pues, que no venga Humala a tratar de sorprender a la gente de afuera con sus declaraciones a la agencia EFE, en las que afirma que no hay nada que demuestre vínculos entre él, su esposa y el personaje al que ahora por poco dicen que ni conocen. Recordemos, además, que al menos tres expresidentes regionales han señalado que Belaunde Lossio se presentaba como enviado del Jefe de Estado para hacer negocios. Si el tipo era un fanfarrón, pues que se investigue y se llegue a la verdad.

Ante los cuestionamientos a Humala y su esposa, es realmente lamentable la calidad de maniobras y argumentos con que salen a defenderse. No solo están los hábeas corpus contra el Ministerio Público y el Congreso, sino también esas historias que hablan de “campañas en su contra para dañar imágenes” y de que no hay pruebas de sus nexos con quien ha dicho que si tira un par de cosas fuertes, “el gobierno se cae”. ¿Nos creen tontos o viven en otra realidad?