Es posible que el desarrollo de las redes sociales sea una de las tendencias más disruptivas de nuestros tiempos, pues ha trasladado la capacidad de expresarse a todas aquellas personas que tienen la capacidad económica de adquirir un Smartphone y una conexión a la red, convirtiendo a cada una de estas personas en individuos capaces de generar, compartir y comentar información en tiempo real.

En una reciente charla, Gilad Lotan, head of data de BuzzFeed, después de analizar la información vertida y compartida en las redes sociales, comenta que se puede ver claramente que las personas se agrupan en torno a una visión que comparten y que retroalimentan con cada vez más contenido, generando distintos universos de personas con visiones absolutamente diferentes sin puntos en común, sin capacidad de diálogo y, lo que es más grave, con la percepción de que el mundo piensa igual que ellos y que los respalda, creando así una peligrosa falacia.

Para poner todo esto en términos simples: si yo únicamente sigo e interactúo en las redes sociales con líderes de una única agrupación política, terminaré pensando que esta es la realidad que existe en el país y que cualquier información que no sea igual o similar a esta, es falsa o tendenciosa. Si a esto le sumamos la pérdida de relevancia y credibilidad de los medios masivos de comunicación, (los que han tenido de algún modo la capacidad de mediar y balancear las posiciones hasta ahora), veremos que la polarización y el enfrentamiento será una tendencia global difícil de modificar.

Esta realidad no puede ser más latente en nuestro país. La polarización generada entre el Gobierno y la oposición es cada día más obvia. Lo más dramático de todo esto es que cada una de estas posiciones se retroalimenta, se justifica y se potencia en un diálogo de sordos que difícilmente puede generar consensos o permitir algún avance, pues cada uno de estos grupos piensa que está en lo correcto y que el entorno los avala.

De algún modo la información que obtenemos en las encuestas reafirma esta tesis. Notamos que sobre los temas importantes que están en discusión la población tiene posiciones divididas que correlacionan con sus preferencias políticas, como lo revelan las encuestas de GFK. Las opiniones se dividen por las personas que votaron por uno y otro partido.

Lamentablemente, el Sr. Lotan es un especialista en data, por lo que menciona estos hechos y el evidente peligro de que las personas vivan y actúen en función de información tendenciosa, falsa o incompleta, pero no da ninguna solución para que se puedan generar posiciones comunes y puntos de diálogo. En lo personal, pienso que este debería ser el rol de los líderes de las organizaciones, pues son ellos los que de algún modo pueden influenciar en sus respectivas audiencias, aunque en el proceso pueden perder seguidores, relevancia y popularidad.