GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

En los últimos quinquenios, los peruanos hemos tenido que soportar un Poder Legislativo donde los congresistas elegidos dejaban mucho que desear en el cumplimiento de sus funciones de legislar, representar y fiscalizar. Además, el mismo sistema impuesto por la ley de partidos políticos nos arrojaba un déficit en calidad individual y un número creciente de bancadas producto de la dispersión del voto y la cantidad también creciente del número de partidos políticos en carrera presidencial.

El sistema no ha cambiado, pero por una coyuntura diferente, producto de circunstancias como el trabajo de campaña realizado durante cinco años por Fuerza Popular (llámese KF), así como el retiro de algunos candidatos antes del proceso, ha disminuido el número de bancadas y tenemos una oposición mayoritaria con 73 curules, que podrían cambiar positivamente el trabajo de los congresistas, como también su imagen ante la población.

Durante la presentación del gabinete para pedir el voto de confianza, hemos apreciado una mejora sustantiva en la calidad de los nuevos congresistas, así como en la formulación de sus propuestas y cuestionamientos. Un Congreso que ha exigido al gabinete responder sobre la situación económica dejada por el anterior gobierno, y una vez aclarado eso, hemos tenido una de las votaciones más altas de los últimos tiempos para otorgar la confianza.

Hace unos días el Congreso, después de larga espera (más de cinco años), ha elegido por 94 votos al defensor del Pueblo.

Es cierto que son dos casos puntuales, pero dan esperanzas y vislumbran un comportamiento maduro que fortalecerá nuestra democracia.