La proliferación de opinólogos ha experimentado un crecimiento exponencial con la reciente decisión del Congreso de inhabilitar a dos miembros de la JNJ. Estos individuos discuten, corrigen y emplazan a exmiembros del TC o destacados constitucionalistas. Cuestionan temas que van desde la competencia del Congreso hasta los procedimientos de votación y su significado, llegando incluso a desaprobar el consenso político en ciertos puntos de la agenda pública.
Paralelamente, se ha montado una campaña a través de organismos internacionales, exagerando el riesgo de que el país se convierta en un paria jurídico o económico. Resulta sorprendente el despliegue mediático, tanto en los medios tradicionales como en plataformas digitales. La evidente coordinación sugiere una agenda planificada. Esta táctica se ha convertido en un recurso recurrente cada vez que se toca alguna parcela de los progres-caviares locales.
En la actualidad, ha surgido una nueva narrativa que sostiene que el fujimorismo y el cerronismo representan una misma bancada en el Congreso. Frente a esta aseveración, es pertinente señalar que, aun sumando a todos sus miembros, estas dos facciones solo alcanzan el 25% de votos del Congreso, por lo que carecen de la mayoría para aprobar leyes.
Sin embargo, persiste la práctica de repetir mentiras, una estrategia marxista muy utilizada por la cofradía caviar para implantar una falsa idea. Es fundamental desafiar esta narrativa y promover un debate informado y constructivo sobre los temas que afectan a la democracia y la sociedad. Esta puede ser una buena oportunidad para enriquecer el debate, siempre y cuando se base en argumentos sólidos y una comprensión profunda de los temas en cuestión.