La última encuesta de opinión de GFK revela una importante caída de 6 puntos en la aprobación de PPK, quedando en 36%. Caída previsible, dado que el incremento de popularidad de los meses pasados tuvo una clara correlación con la actuación del Gobierno ante el fenómeno del Niño costero. Terminada esta coyuntura, la aprobación del Gobierno sigue su ruta de descenso en la que se incluye también a los ministros (-6 puntos), al Congreso (-4 puntos) y a su presidenta Luz Salgado (-7 puntos). Es decir, el ciudadano no está contento con el desempeño de sus autoridades. Es posible que sea por el poco foco que percibe que estas tienen para solucionar sus problemas o preocupaciones (las que por cierto siguen siendo las mismas): seguridad ciudadana 44%, educación 36%, crecimiento económico 31%, y lucha contra la corrupción 31%.

En general, la política no es un tema demasiado importante para el ciudadano común. Sin embargo, el ruido mediático de la evidente confrontación entre el Gobierno y la oposición comienza a notarse en las cifras de esta encuesta. Es muy extraño que esto no afecte a Keiko Fujimori, quien por cierto en esta misma encuesta sube en +6 puntos, llegando a un 47% de aprobación. Esto es un gran logro para Fuerza Popular, que solo reafirmará su estrategia de control político, obstaculizando y debilitando al Gobierno. Si bien esta actuación de FP afecta a su bancada, no toca su líder, Keiko. Posiblemente Fuerza Popular esté ya planteando nuevas interpelaciones, basándose en estos resultados.

Empero, FP podría equivocarse, pues el incremento de la popularidad de Keiko puede estar relacionado con el indulto al expresidente Fujimori, tema con el que está de acuerdo 54% de la población. La mayoría de ciudadanos (77%) está enterada del hábeas corpus presentado por Keiko para lograr la tan ansiada libertad de su padre, acción loable para la gran mayoría de los peruanos. Esto podría estar ocultando -por el momento- una posible desaprobación a su gestión política, lo que explicaría las cifras de este estudio.

El Gobierno no debe esperanzarse en la caída de Keiko en las encuestas para lograr una tregua que le permita operar con mayor holgura, pues la estrategia de Fuerza Popular está siendo, hasta el momento, muy efectiva. Por el contrario, el Gobierno debe encontrar rápidamente una manera de contrarrestar a FP, y así evitar un deterioro aún mayor de su aprobación o el caer en situaciones tan críticas como la renuncia del vicepresidente Vizcarra a su ministerio. Esta estrategia no debería contemplar el diálogo con Fuerza Popular, ni tampoco la exposición mediática del presidente PPK. Ambas estrategias han resultado poco efectivas y en algunos casos contraproducentes.