El país debe de estar muy atento al curso que sigan las investigaciones sobre el espionaje a opositores políticos, pues a juzgar por lo dicho ayer en Ica por el presidente Ollanta Humala, quien insiste en hablar de “teorías conspirativas” y atribuir sutilmente los seguimientos a trabajos de “empresas privadas” vinculadas al sector minero, pese a las investigaciones en curso, vamos viendo que no existe voluntad de llegar al fondo de este grave asunto.

Parece que tienen razón quienes creen que el anuncio de “abrir las puertas” de la Dirección Nacional de Inteligencia (Dini) a la Comisión de Inteligencia del Congreso, supuestamente para que vean que ahí no se hace reglaje ni acciones ilegales, es una forma de aparentar transparencia que en la práctica no servirá para nada, pues desde ya vemos que el Mandatario, quien debería ser el principal interesado en que el asunto se aclare, tiene una postura muy alejada de la realidad.

Y mientras el Mandatario trata de insistir con eso de las “teorías conspirativas” y las “empresas privadas”, en lugar de mirar a la Dini y a su alrededor, no deja de repetir que en gobiernos anteriores también hubo prácticas ilegales desde el sistema de inteligencia como reglajes, hostigamientos, interceptaciones telefónicas y demás. ¿Quiere decirle el presidente Humala a sus rivales políticos qué tanto se quejan y hacen bulla si ustedes también hicieron lo mismo? Lamentable.

Sería bueno preguntarle al Mandatario por qué le es tan difícil marcar distancia con las malas prácticas en que estaría incurriendo la Dini, donde como vemos, vienen trabajando varios militares en actividad y en retiro, que son de su misma promoción de la Escuela Militar de Chorrillos. La premier Ana Jara lo ha hecho al hablar de la posible existencia de “facciones paralelas”, lo más sensato que se ha escuchado hasta ahora desde el seno del Gobierno.

El presidente Humala parece haber marcado el rumbo de hacia dónde deben ir las investigaciones de la Comisión de Inteligencia con mayoría humalista, a la que se le han “abierto” las puertas de la Dini. Ante esto, la oposición, la prensa y los peruanos en general, debemos de estar muy atentos para que no nos salgan con historias irreales. El Ministerio Público, donde soplan aires limpios al menos en su cabeza, tiene también un rol muy importante que cumplir por el bien de la democracia.