Una policía sin corruptos para luchar contra el hampa

Existe una gran preocupación en el Ministerio del Interior debido a que la percepción de los ciudadanos sigue siendo que no existe la adecuada vigilancia policial en las calles, según ha reportado el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Sin embargo, poco o nada se podrá hacer si en la Policía Nacional no se lleva a cabo una adecuada erradicación de los malos elementos que por ahí andan enquistados.

Este gobierno se ha comprometido a iniciar una cruzada en ese sentido para acabar con los que reciben coimas de todo volumen, con los que andan metidos en las mafias de las medicinas, el rancho, los uniformes y hasta el armamento, y sería bueno conocer qué tanto se ha avanzado en eso, pues la lucha contra el delito no puede seguir en manos de agentes que más bien deberían estar presos o por lo menos fuera del servicio.

Otro tema de gran preocupación dentro del personal policial es, por ejemplo, la proliferación de “cooperativas” y “mutuales” de origen dudoso que descuentan dinero a los efectivos a través de la planilla (por lo tanto, con autorización de oficiales en actividad) con el compromiso de luego darles préstamos de dinero cuando lo necesiten.

Sin embargo, esta modalidad de apoyo se ha desvirtuado y ha generado la aparición de mafias de uniformados que no hacen más que esquilmar a los policías a cambio de nada con la complicidad de oficiales de alto rango que autorizan los ingresos de los custodios a estas asociaciones. ¿Sabe algo de esto el ministro Carlos Basombrío?

La Policía necesita una limpieza, y para ello hay que tener la voluntad política necesaria que ojalá este gobierno pueda exhibir por el bien del Perú.