El tema de las agendas de Nadine, sus declaraciones destempladas y absurdas de ayer, la respuesta de García y del APRA, y todo este circo preelectoral nos mantiene ocupados y hasta divertidos. OK.

Pero tras esta tremenda caída de las bolsas chinas y sus coletazos en el Down Jones y las principales plazas europeas, quien debería estar preparando un mensaje a la Nación, es el ministro de Economía, Alonso Segura.

Independientemente de que diversos analistas adelantan una situación parecida a la de 2008 en los mercados financieros globales, lo cierto es que, en lo que concierne al Perú, hay dos factores que nos impactan directamente. Uno es la mayor caída en el precio de algunas materias primas claves de exportación, especialmente el cobre; y el otro, la acentuación de la tendencia devaluatoria hasta niveles que de momento nadie puede predecir con exactitud.

Siguiendo lo recientemente declarado por el señor Velarde, titular del BCR, es poco lo que se puede hacer. El fortalecimiento del dólar cuenta con fundamentos estructurales a nivel global, así que el margen de acción del Central es muy escaso, por decir lo menos; más bien, tendrá que poner el foco en las presiones inflacionarias que ya se avizoran.

En cuanto a una nueva caída de los commodities, el único camino sensato es echar a andar más producción para equilibrar el menor precio, y eso solo se logrará con más inversión ya. ¿Cuál es el camino acá? Un shock contundente de desregulación para que los agentes económicos retomen la confianza. Porque además está claro que los paquetes económicos aprobados no han generado el impacto esperado.

Si a lo anterior le sumamos el tema de El Niño, es claro que al país le urge liderazgo en el tema económico para intentar afrontar con éxito un entorno internacional claramente crítico.