La disposición de la ONPE de registrar el voto electrónico de tres millones y medio de personas en la ciudad de Lima probablemente tenga resultados catastróficos en las próximas elecciones del 10 de abril. ¿Por qué mencionamos la palabra “catastróficos”? Por algo muy simple: la ONPE parte de la premisa de que todos los ciudadanos son duchos en el manejo informático y que entonces el proceso de votación sería muy fácil (“papayita”). Está equivocada. A las personas de mediana y tercera edad se les va a hacer un arroz con mango el proceso. Muchas de ellas ni siquiera usan el cajero automático por temor a los errores, por lo que el índice de error será bastante amplio e incidirá en los resultados de la votación. Por el bien de la democracia, ojalá esté equivocado.

Pasando a otro tema, hoy en la noche se deberá desarrollar el debate presidencial, el que probablemente no tenga una incidencia sustantiva, pero sí nos puede mostrar el temple de los candidatos, y en especial el conocimiento sobre la temática. El anterior debate entre los primeros vicepresidentes estuvo a la altura de lo esperado. Lourdes se lució, pero Vizcarra también estuvo bien, y más bien “Vitocho” perdió bastante al dedicarse al ataque a las personas. Quien sí demostró sus cualidades y capacidades fue el cura Arana, quien arrugó a la exposición llegando tarde, con lo que ha quedado pintado de cuerpo entero. Nadie le cree que se pasó dos horas y media tratando de llegar. Ojalá que el balbuceante candidato acompañado de su escoba permita que el debate se desarrolle con la tranquilidad necesaria para el bien de todos los ciudadanos.