Encontrar un camino en la vida puede ser complicado y lleno de dificultades. A Mary Salas le costó tristezas y alegrías comenzar a ver la vida de manera diferente. Arquitecta y viajera, ha sacado adelante un exitoso blog de viajes, Los Viajes de Mary, donde además de contar sus historias, brinda consejos para quienes quieran aventurarse a vivir con pasión por los viajes.
¿Cómo comienzan tus viajes? Salgo por primera vez de mi casa sola a los 16 años, en un intercambio de colegios a Francia. No vuelvo a ir a Europa hasta el 2011, cuando un novio que vivía en Alemania me invita a visitarlo y dos semanas antes del viaje me termina. Tenía dos opciones: quedarme llorando o viajar, saqué un mapa y marqué los lugares que quería conocer, recorrí 13 ciudades en 3 países. En ese viaje descubrí que el mundo no es tan caótico, viajar solo te enseña a ser más humano y estar en contacto con la gente.
¿Qué haces en los diez años entre esos dos viajes? Me volví muy parametrada, todo lo hacía en un molde. Hasta que un año volví a vivir en Arequipa y me pasaron cosas fuertes. En 2010 la muerte de seis personas cercanas, entre amigos y familiares, me hizo dar cuenta que la vida es ahora. Fue mi punto de quiebre. Ahora les digo a las chicas que me escriben que no tengan miedo porque el mundo no las va a comer.
¿En qué momento decides abrir el blog? En 2013 me establecí en un trabajo, y postulé a un posgrado en el extranjero, quería cambiar el rubro de la arquitectura. Me fui a Barcelona a estudiar escenografía, trabajaba a distancia y comencé a viajar más. Mis amigos comenzaron a pedirme consejos sobre viajes, ahí sale el blog, que en un inicio era solo para mis amigos. Luego puse la página de Facebook y muchas chicas se sintieron identificadas. Mientras sirva para que la gente se inspire, viaje y viva, está bien.
¿Cómo equilibras tu trabajo con los viajes? No soy una viajera eterna que coge la mochila y se va por el mundo. Yo trabajo en arquitectura, y ahora estoy empezando a escribir para revistas peruanas y extranjeras. Me parece genial los que se van por largas temporadas, pero no lo veo realista. Creo que siempre debes tener un trabajo.
¿Los viajes serían un pasatiempo? Los viajes para mí son una pasión, son el significado de vivir. Todos mis ahorros los llevo a eso, siento que por gusto me lleno de cosas, esto de comprar una casa lo entiendo y lo respeto, porque da estabilidad, pero yo creo que el mundo es mi casa. Me voy a ir moviendo por donde me lleve el mundo, coleccionando momentos.
¿Cuánto tiempo te quedas en cada lugar? Depende, he vivido en España siete meses y cuando viajaba me quedaba tres días en cada lugar, los fines de semana. Donde me he estabilizado ha sido en Lima, Arequipa, Barcelona y ahora París.
¿Cómo eliges los destinos? Tengo una cábala de año nuevo, hago una lista de los lugares a los que quiero ir y los llamo con el pensamiento. Los mentalizo y salen los viajes aunque no tenga mucho sentido.
¿Prefieres viajar al extranjero o al interior de Perú? Me encantaba viajar afuera porque es barato y mucho más seguro. Pero desde el año pasado que me quedé estática en Perú, viajar al interior me ha abierto los ojos, vivo fascinada, tienes unos paisajes increíbles y gente muy amable, ves a tu país con otros ojos y con el corazón. Sin embargo, hay muchas cosas por mejorar. Los jóvenes tenemos que hacer algo. Si no nos juntamos todos, nuestro país no sale.
En París, ¿cuáles son tus planes? Me voy un año, por que mi novio estudiará allá. No me dejarán trabajar por el tipo de visa que tengo, pero planeo empezar a escribir o algo que me ayude a sustentarme. Siempre he querido ayudar y creo que es el momento. Estoy viendo la posibilidad de meterme a ONG para ayudar en lo que pueda. De hecho voy a viajar con un nuevo centro a París. Me encantaría ir un mes a la India para sacar el máster en yoga, porque no quiero terminar mi vida siendo arquitecta.