Roberto Aldave: “Chiquián es un balneario andino de paz y tranquilidad”

El documentalista tiene 64 años y es uno de los personajes más representativos de Chiquián.

“Soy un apasionado de mi patria, he recorrido casi todo el Perú y nunca me he desarraigado de mi pueblo. A pesar de que terminé la secundaria en Lima, nunca he dejado de venir”, afirma el cineasta Roberto Aldave, quien a través de una labor constante y sostenida se ha convertido en uno de los principales promotores turísticos de Chiquián, provincia de Bolognesi, en Áncash.

¿Cómo inicia este esfuerzo por promocionar tu pueblo?

Por cosas de la vida, pues abracé la carrera de Ciencias de la Comunicación, en la especialidad de Dirección de Cine y Televisión. Soy de los pioneros del cine de la Universidad de Lima, promoción con Pancho Lombardi, Leonidas Zegarra y todos lo que hemos abierto camino para los nuevos comunicadores. La primera cámara filmadora que tuve en mis manos fue una Super 8, con la que hice las primeras imágenes de mi pueblo a colores. Este video fue motivo para que mis profesores, entre ellos Manuel Chambi, hijo del gran fotógrafo cusqueño, vinieran a Chiquián y trajeran a todos mis compañeros.

¿Cómo se te ocurre el eslogan “Chiquián, espejito del cielo”?

Surge en el año 1993, cuando Panamericana Televisión organizó un concurso a nivel nacional para todos los municipios y gobiernos locales. Con el material que tenía armé el documental y se me ocurrió presentarlo con el nombre “Chiquián, espejito del cielo”, en nombre de la Municipalidad Provincial de Bolognesi. Entonces, ganamos el concurso a nivel nacional y así comenzó la promoción fuerte a nivel de medios.

¿Por qué decides fundar Ecoaventura Perú?

En esa época ya se avizoraba el ecoturismo y el turismo de aventura como una alternativa de reencuentro entre la capital y el interior del país. Ya había tenido experiencias en pueblos como Cusco, Arequipa, Piura y otros lugares. Esas experiencias las volqué en promocionar Chiquián, y formé Eco Aventura Perú, una organización con la que hicimos varios festivales de andinismo, aventura y canto vivencial, y que congregó a toda la prensa nacional. Paralelamente diseñamos varios circuitos turísticos, entre ellos “La Ruta de la Cantuta”, “Oro de los Andes”, “Los caminos de Luis Pardo” y “La vuelta al Huayhuash”.

¿Cómo es actualmente el servicio turístico en Chiquián?

Está completamente descuidado debido al desinterés de los alcaldes. Cuando hicimos el primer evento de ecoaventura, en el año 1994, no había ningún hotel, solo un hospedaje de quince camas. Aquí vinieron 150 personalidades. ¿Y qué hice? Empadroné todas las casas que tenían habitaciones, baños y camas limpias, y los hospedamos en esos lugares. Tampoco habían restaurantes, entonces los llevamos a casa de mi padre y atendimos a 200 o 150 personas. Ahora Chiquián tiene cuatro hoteles y la capacidad para albergar, al menos, a unas doscientos o trescientas personas, pero debería ser más.

¿Qué hace falta?

Decisión política. El alcalde debe motivar al empresariado privado para que invierta en el pueblo. Además, la municipalidad necesita promocionar Chiquián, capacitar a las personas para que den un buen servicio e invertir dinero en embellecer la ciudad. Chiquián es bonito, pero necesita que los alcaldes y las autoridades trabajen en el tema de turismo.

¿Qué es lo mejor de este distrito?

Para mí, Chiquián es un balneario andino de paz y tranquilidad. Tiene mucho que ofrecer: su paisaje, su belleza, la amabilidad de su gente, sus costumbres, etc. Tenemos el potencial y los suficientes atractivos, tanto naturales como culturales, para que se convierta en un verdadero destino turístico, solo falta un poco de inversión y motivación. Creo que sí se puede.

¿Qué proyectos tienes en mente?

Ahora me encuentro abocado a un gran proyecto sobre el agua, para el cual tengo el título más o menos tentativo de “Agua de los Andes”, el documental trata sobre el nacimiento de las aguas, desde su recorrido hasta la desembocadura en los ríos y la importancia que tiene o que ha tenido a lo largo de nuestra historia, en nuestra cultura y en nuestro mundo como elemento fundamental de la vida. Este va a ser un gran documental. Estamos poniendo todo el empeño y esfuerzo en ello.

LA FRASE. “La primera cámara que tuve en mis manos fue una Super 8, con la que hice imágenes de mi pueblo a colores”