El concepto de salud global implica dos tareas: brindar bienestar a nivel mundial y reducir las desigualdades. Para lograr estas metas, el doctor Roger Glass, director del Centro Internacional Fogarty y director asociado para la Investigación Internacional de los Institutos Nacionales de Salud de los EE.UU. (NIH), aclara que además de indagar se requiere fortalecer los lazos entre países. Bajo este concepto, desde hace unos años los institutos que dirige buscan brindar una formación profesional a estudiantes peruanos interesados en el campo de la investigación.

¿A qué se le denomina salud global?

Hace más de 20 años la gente pensaba que la salud global se limitaba a males como el VIH, malaria, tuberculosis, etc. Hoy en día el objetivo es abordar los males crónicos que afectan a gran parte del mundo. También alertar sobre amenazas naturales, como el cambio climático. La salud global es la superación de estos problemas comunes a nivel mundial. Esto implica establecer redes entre naciones en busca de soluciones, reducir las desigualdades y formar equipos de trabajos multidisciplinarios.

¿Qué enfermedades crónicas afectan actualmente a la población mundial?

Los males cardiacos en el mundo aumentaron de manera considerable en los últimos años. Además, el cáncer es una enfermedad bastante común en países en vías de desarrollo. Los males mentales como la depresión también se presentan con mayor frecuencia. Por otro lado, la epidemia de la obesidad se ha vuelto un asunto mundial.

¿De qué forma los avances tecnológicos aportan al campo de la salud global?

Pueden intervenir de diversas maneras. Por ejemplo, casi todas las personas cuentan con un celular. La misión es pensar cómo darle utilidad desde el plano de la medicina, puede servir para brindarles consejos a las madres embarazadas o información a determinados pacientes.

Digamos que se debe incorporar la tecnología en el control de la salud…

Correcto. Otro medio que nos permite obtener información sobre bienestar son las plataformas web. Con estos canales de comunicación, podemos mejorar el acceso al servicio de salud. En el plano médico, la tecnología ha permitido la creación de nuevos y sencillos instrumentos para descartar males o darles tratamiento. Se están haciendo grandes avances en el campo de la genética, a fin de identificar el origen de una enfermedad.

¿Cuáles son los retos que deben afrontar los países sobre la salud en estos tiempos?

Conocemos las causas y los tratamientos de las enfermedades, pero lo que no sabemos es cómo detenerlas a nivel de la población. Por eso, cambiar los hábitos de las personas es uno de nuestros máximos desafíos.

El centro Fogarty junto al NIH promueve y financia investigaciones relacionadas a la salud global en diversas partes del mundo. ¿Qué han logrado en el Perú?

Nuestra colaboración data de hace 20 o 25 años, por medio de programas de entrenamiento en salud pública y global. Ahora, los que integran esta organización trabajan para fortalecer el tema de bienestar. Los programas continúan en la actualidad, y he podido observar que los estudios realizados por jóvenes peruanos han sido destacables. Por eso, seguiremos invirtiendo en este país.

¿Cómo percibe el panorama de la investigación en el Perú?

Hay gente muy preparada, capaz de hacer brillantes búsquedas, de relevancia mundial. En los últimos años ha aumentado la inversión en la investigación. Esto es importante no solo para la salud, sino también para la economía del país. Perú debe trabajar en mantener un sólido crecimiento. Creo que las posibilidades de contribuir a la ciencia son enormes.