Imagen
Imagen

Terrible decisión. Ni el rostro angelical de su pequeño ni el amor que tenía hacia su pareja fueron impedimento para que un hombre acabe a balazos con la vida de ambas personas que decía querer. Con el cargo de conciencia por el daño causado, luego de su acción criminal decidió acabar con su vida.

A las 6:30 a.m. de ayer, Laura Bertrán Morán (74) llegó al departamento para ayudar a su hija con el cuidado de su nieto, pero lo que halló fue la peor escena que vio en su vida.

En el cuarto principal, yacía sobre la cama el cuerpo sin vida de su yerno, Carlos Barrantes Vásquez (42), con un balazo en la sien. Al lado derecho estaba su hija, Fabiola del Carmen Sáenz Bertrán (36), con un orificio de bala en la cabeza y en sus brazos el hijo de ambos, Fabián B.S. (3), con dos perforaciones: una en el tórax y otra en la cara.

El hecho ocurrió en la avenida Las Artes 539, departamento 501, San Borja. Las primeras informaciones revelan que el hombre, quien trabajaba como operador en una mina, mató primero a su esposa, luego a su hijo y finalmente acabó con su vida.

DEUDA Y EMBARGO. Todo apunta a que el crimen y suicidio se deberían a las enormes deudas que tenía la familia con un banco.

“El martes llegó a la puerta un sobre que decía: orden de embargo. Esto fue enviado por un banco”, reveló la vecina Winnie Escudero.

Añadió que la mañana de hoy escuchó un ruido que la despertó. “Pensé que habían aventado una maceta. Luego se escuchó como si corrieran”, finalizó Escudero.

Peritos de Criminalística llegaron a la escena del crimen y hallaron un revólver marca Taurus. La procedencia del arma es incierta.

DATO

1 año vivía la familia en ese edificio, ubicado en San Borja, y nada hacía presagiar tragedia.

TAGS RELACIONADOS