La tensa relación que se vive en la bancada del Frente Amplio (FA) -dividida entre el bloque Nuevo Perú y el de Tierra y Libertad- llegaría a un punto crítico en la próxima legislatura, debido a la ineludible repartición de las presidencias de las cuatro comisiones (Trabajo, Mujer, Pueblos Andinos y Vivienda) que le corresponden al grupo de izquierda.
Para Justiniano Apaza (facción aranista), los miembros de Nuevo Perú podrían presidir los grupos de trabajo siempre y cuando “se consolide que son integrantes del FA”. “Si conforman un nuevo grupo y no pertenecen al FA, no se les tomará en cuenta”, alertó.
No obstante, dijo tener la esperanza de que los congresistas del bloque mendocista se reintegren y “dejen de lado las acciones separatistas”.
Entre tanto, Jorge Castro (también del bloque de Arana) desconoció “categóricamente” la existencia de otro grupo dentro de su bancada y señaló que aún no han conversado “con nadie” sobre las presidencias de las comisiones.
En otro momento, arremetió contra Nuevo Perú y su lideresa: “Aquí no hay seguidores de Verónika Mendoza, no sé si ella tenga seguidores; nosotros somos una asociación política, no seguimos mesías ni nada por el estilo”.
Tanto Castro como Apaza rechazaron que el FA vaya a integrar la siguiente Mesa Directiva del Parlamento.
No negociable
Jorge Castro aseguró que el Frente Amplio no integrará la próxima Mesa Directiva porque “no son negociables”.