A menos de un año para las elecciones presidenciales y congresales de 2016, varios candidatos alistan sus estrategias para intentar convencer al mayor número de electores y acceder a las riendas de Palacio de Gobierno.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) tiene registradas 21 agrupaciones políticas hábiles para la carrera electoral. De ellas, seis nuevos partidos intentarán ocupar el sillón presidencial.
Según las últimas encuestas sobre intención de voto, solo tres aspirantes tienen posibilidades de ganar esta justa en las urnas: Keiko Fujimori, Alan García y Pedro Pablo Kuczynski. Otros, como el expresidente Alejandro Toledo o el gobernador regional de La Libertad, César Acuña, registran menos del 10% y, de acuerdo con sus propias declaraciones, esa cifra les da esperanzas de que pueden seguir creciendo.
Sin embargo, hay otros que, a pesar de no aparecer en los sondeos, se han aventurado a lanzar sus candidaturas confiados en que podrían ser los próximos oudsider.
Entre ellos se encuentra el líder de Restauración Nacional y congresista,Humberto Lay, quien pese a tener 1% de intención de voto se mostró positivo de subir en el termómetro electoral.
Según explicó, su plan de campaña empezará a mediados del mes de setiembre y será ahí cuando se conozca el nivel de aprobación de los peruanos.
“Los candidatos que están primeros se encuentran haciendo campaña desde ahora. La gente no sabe que yo me presentaré, por eso no aparezco en las encuestas”, dijo.
Por su parte, el precandidato presidencial de Perú en Acción, Rómulo Mucho, manifestó en su momento que las “encuestas son solo fotografías del momento”.
“La experiencia lo demuestra; yo he estado en varias cumbres mundiales de comunicación política y los que han estado punteros nunca han ganado las elecciones. Estoy tranquilo, en ese tema todavía falta mucho”, señaló.
PRUEBAN SUERTE. En opinión del jefe de International IDEA, Percy Medina, la aparición de pequeñas agrupaciones políticas de cara a las elecciones no es más que el colapso de un sistema partidario que sufre el Perú.
“Las elecciones se han convertido en una competencia de personajes, muchas veces sin ideas, que apuestan a la elección como si se tratase de un juego de lotería”, explicó.
En esta línea, argumentó que esto obedece también a que varios presidentes han sido elegidos a última hora, pese a que inicialmente no contaban con mucha aprobación.
“Es como si fueran a jugar al huachito. Eso los invita al aventurerismo y hace que personas con una gran autoestima piensen que un golpe de suerte los puede ayudar”, dijo.
A esto se suma que el escenario en el país es muy volátil, pues la opinión de la gente es muy variable. Para el especialista, esto hace que muchos electores cambien su voto en los últimos 15 días previos a la elección.
Además, para Percy Medina, la situación se agrava porque no existen bloques ideológicos definidos y los peruanos no se identifican con ellos.
“En sociedades donde las identidades electorales son muy fuertes, es probable que el espacio para que se muevan las cifras (de intención de voto) sea menor”, añadió.
Finalmente, resaltó que algunas agrupaciones con experiencia prefieren ir en alianza con otras más sólidas para poder pasar la valla electoral, colocar congresistas y así no desaparecer del mapa político.