Ulises Humala sobre reclusión de Ollanta: “Lo único que le molestaba era estar allí”
Ulises Humala sobre reclusión de Ollanta: “Lo único que le molestaba era estar allí”

Prisión presidencial de Barbadillo. Viernes 4 de agosto, 2017. Temprano. Un ojeroso  se entera por Twitter del desenlace de la saga con más audiencia en el Perú. El actor principal es él: la Sala Penal de Apelaciones resolvió que debe seguir en prisión; también su esposa Nadine.

El impacto sobre su ánimo es fácil de imaginar, refiere la familia. Esperaba un fallo favorable, pues abrigaba la ilusión de volver a su casa de Surco con Nadine y poder abrazar a sus hijas Illari y Nayra Sandrine, recién llegadas a Lima el martes 1 de agosto por la noche desde Estados Unidos. Y apapachar al pequeño Samín. Una semana antes de la resolución que confirmó la prisión preventiva para la pareja, el expresidente estaba confiado en que saldría en libertad para afrontar el proceso en comparecencia, revela Ulises, su hermano mayor, a este diario. 

“Lo visité el domingo 16 de julio. No fui el domingo pasado (30 de julio) porque yo estaba seguro de que lo iban a soltar. No me imaginé que la Sala pudiese decidir en contra (…)”, refiere Ulises.

Ollanta también estaba confiado, junto con sus abogados, en que saldría.“Yo lo vi bastante firme, estaba confiado en que iban a salir. No lo noté abatido. Conversamos, bromeamos. Lo único que le molestaba era estar allí”, añade Ulises, ingeniero y político. 

El hermano mayor no rehúsa nuestro requerimiento de ahondar en el lado humano fren del matrimonio Humala-Heredia frente a la adversidad. Por ello, resalta el temperamento estoico de su hermano menor, de su padre, don Isaac, y de las niñas. 

EL LLANTO DE OLLANTA.“¿Se quebró Ollanta el primer día en Barbadillo ante su madre Elena?”, preguntamos a Ulises con el ánimo de finiquitar las especulaciones.“Lo que mi mamá me contó es que fue ella la que quiso quebrarse. Ollanta le dijo: ‘No te quiebres, no llores’. Estaba fuerte. Al ver a Ollanta, mi mamá quiso llorar. ‘No llores, hay que ser dignos’, le dijo”, relata Ulises.

Ante la misma pregunta, don Isaac Humala responde: “Eso hubiera querido la prensa. No, no es verdad. ¿Un presidente llorando? Yo conozco a mi esposa, ella me ha contado”, recuerda.

Continúa: “No hay nada que llorar, mi familia está acostumbrada a esto. Hemos sido partícipes del levantamiento de Ollanta el 2000 (Locumba) y del ‘Andahuaylazo’, de 2005. Nadie ha llorado allí. Estamos metidos en política desde hace 300 o 400 años años. Mis abuelos, tatarabuela, bisabuelos estuvieron en política. En nosotros no hay nada que llorar. No me tergiverse nada, por favor”, advierte. Más allá del estoicismo, Ulises dijo temer por el impacto psicológico sobre las hijas adolescentes de la pareja, sobre todo ahora que deben retornar, en pocos días, al colegio. 

La casa de la señora Antonia Alarcón, abuela materna de los niños, está bastante cerca de la vivienda de los Humala. “Las niñas seguirán asistiendo a la escuela; son fuertes, no van a correrse”, nos dice Ulises. 

El hermano de Ollanta, como es natural, estaba indignado con el fallo judicial. “El fin supremo de la justicia es la vida humana”, argumentó. 

“Y, en primera instancia, tenemos que pensar en los niños. Dos padres de familia, con niños menores de edad, sin sentencia, ¿cómo se les puede meter presos poniendo en peligro la salud psicológica y física de los niños?”, reclama. 

Don Isaac Humala confiesa, por su parte, que no ha conversado con Ollanta desde hace tres años. “Pero va Elena”, apunta.

“Siempre tengo las manos abiertas, ya que no puedo conversar con él porque él ha roto las relaciones conmigo. Pero estoy ayudando con mi opinión”, asegura. 

Don Isaac piensa que su hijo, como expresidente de la República, no debe ser juzgado por “juececillos y fiscalillos” sino por el Congreso. En esa línea, cree que el exmandatario es “víctima de secuestro por el Estado”.

ESTRATEGIA. Entre tanto, ya desde punto de vista legal, Correo supo que el trámite para que se resuelva la casación que presentarán los abogados de Humala y Heredia, Julio César Espinoza y Wilfredo Pedraza, respectivamente,tomará en resolverse entre seis meses y un año.

Desde el penal de Barbadillo, el último viernes Espinoza manifestó que, tomando en cuenta lo que estipula el Código Procesal Penal, interpondrán el recurso en un plazo de 10 días hábiles.

Al respecto, el abogado penalista César Nakazaki precisó a este diario que la casación a la que recurrirán la defensa de los Humala-Heredia es un recurso extraordinario -y no uno ordinario-, dado que la “Corte Suprema como regla no revisa las prisiones preventivas”.

Anotó, bajo esta premisa, que los abogados deberían estar en la capacidad de demostrar que sus patrocinados cumplieron con sus “obligaciones procesales” durante la investigación fiscal por los presuntos delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir.

“Lo único que queda dictaminar (por la Corte Suprema) es si Ollanta Humala y Nadine Heredia han incumplido alguna obligación procesal. Si lo han hecho, se justifica la prisión preventiva, pero si no lo han hecho, no se justifica”, remarcó.

Con relación al tiempo que tardaría la instancia suprema en emitir un fallo, Nakazaki refirió que “una casación tramitada a una gran velocidad se lograría en seis meses”, pero recalcó que “lo normal es un año”.

En este sentido, recordó que en noviembre de 2015 consiguió que la Corte Suprema declarase fundado el recurso de casación que interpuso a favor del exministro aprista Aurelio Pastor, anulando así la sentencia por el delito de tráfico de influencias. “Logré en tiempo récord que sea en seis meses”, narró.

LARGO CAMINO. A su turno, el abogado Carlos Caro coincidió con Nakazaki en los plazos (entre seis meses y un año), ya que, según dijo, el recurso de casación debe atravesar un largo camino antes de que la Corte Suprema se pronuncie.

Explicó que la defensa de los Humala-Heredia deberá interponer el recurso ante una sala superior -en este caso la Sala Sahuanay-, la cual decidirá si admite el pedido y lo eleva a la Corte Suprema. 

De llegar a esta instancia, si el recurso es calificado, se cita a una audiencia con la participación de los abogados para, posteriormente, emitir una resolución.

Caro mencionó a Correo que el caso más famoso de una revocación de prisión preventiva es la del exgobernador regional de Cajamarca Gregorio Santos, quien fue liberado en julio de 2016, luego de que la Corte Suprema admitiera el recurso de casación, debido a que el investigado permaneció 25 meses bajo cárcel provisional sin que se haya resuelto, de manera definitiva, su situación jurídica.

A consideración del jurista, pese a que la vía optada por los abogados de la ex “pareja presidencial” es la más adecuada, sería “muy difícil” su excarcelación. “Del 100%, solo procede el 10% de las casaciones”, estimó.

No obstante, Nakazaki consideró que el recurso de casación “es la única vía realista que queda” para la eventual excarcelación de los nacionalistas.

DATO

Barbadillo. Ollanta Humala recibió visita de su madre. 

El expresidente Ollanta Humala recibió ayer la visita de la señora Elena Tasso, su madre, en el penal de Barbadillo, en Ate. Conforme al cronograma de visitas, corresponde la de las mujeres los días sábados. Como es habitual, la señora Elena, de 82 años, llevó algunos alimentos que son del agrado de su hijo. No se precisó si acudió con sus nietas.

CIFRAS

2006. 4 de enero de ese año se inscribe el Partido Nacionalista en el ROP del JNE.

24 días llevan entre rejas el expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia.

6 meses por lo menos tardaría la Corte Suprema en resolver un recurso de casación.