Un equipo de científicos de Corea del Sur ha aplicado el término "demencia digital" para referirse al deterioro de las capacidades cognitivas provocado por el uso excesivo de los teléfonos inteligentes y dispositivos tecnológicos actuales cuyo empleo no para de crecer.
Según los investigadores del Balance Brain Centre de Seúl, los grandes consumidores de smartphones y otro tipo de gadgets tecnológicos reducen la capacidad de concentración, lo que afecta también a nuestra memoria. Además, según los expertos, hasta el 15% de los casos podrían derivar a la aparición temprana de la demencia.
Aparte de esto, leer a menudo a través de una pantalla de teléfono móvil también inclina nuestras probabilidades a sufrir espondilosis cervical (discopatía), en el que las estructuras anatómicas de la columna vertebral sufren un desgaste gradual.
En este estudio, los expertos realizaron experimentos en una escuela de conducción de la provincia china de Hebei y descubrieron que eliminar los móviles durante los descansos y volver a la lectura en papel, con libros o cómics, mejoró la concentración durante las prácticas de conducción de los participantes.
"Cada vez más y más estudiantes leen cómics. Nos gustaría ampliar nuestra librería con otros libros, periódicos, revistas y cómics para satisfacer las necesidades de los estudiantes", aclara Yao Peng, vicedirector de la academia de conducción.
Además de este, un trabajo paralelo de investigación desarrollado en la Universidad de McGill en Montreal (Canadá) concluyó que la forma en que usamos nuestros conocimientos de navegación tiene un gran efecto en la región del hipocampo del cerebro, lo que también es importante para la memoria. La atrofia del hipocampo conduce al deterioro cognitivo y está relacionada también con un mayor riesgo de demencia.
El cerebro humano es "plástico", por lo que se reorganiza muy rápidamente según la forma en la que estemos utilizándolo. Así, los expertos canadienses creen que el exceso de uso de herramientas de navegación GPS, tales como aplicaciones tipo Google Maps presentes en los teléfonos inteligentes, podría conducir a una pérdida general de la memoria y un riesgo cada vez mayor de demencia. Según este planteamiento, en los próximos 20 años veremos un repunte considerable de casos de demencia.
El efecto a largo plazo del empleo de teléfonos inteligentes y su relación con el aumento de riesgo de demencia es alarmante, pero podría ser mitigado concienciando a la gente para controlar su uso, por ejemplo, limitándolo entre la población más delicada, como son los niños, el futuro.